Un primer balance comunicado por la tarde por el gobernador de Flandes Oriental, Jan Briers, daba cuenta de dos muertos y 14 heridos.
Al final del día fue corregido por sus servicios en un comunicado.
Las 17 personas se encuentran hospitalizadas víctimas de emanaciones tóxicas.
Las víctimas son habitantes que residen en una zona alejada del lugar del accidente y la ministra del Interior, Joelle Milquet, apuntó a la emanación de gases tóxicos como posible causa.
El accidente se produjo hacia las 02H00 locales (00H00 GMT) entre las localidades de Schellebelle y Wetteren. Seis de los trece vagones del tren descarrilaron y dos volcaron.
El incidente provocó una explosión y una llamarada se propagó a varios centenares de metros.
El fuego se inició en tres cisternas que transportaban acrilonitril, un producto químico líquido inflamable utilizado en los plásticos. El gas que emana es próximo al cianuro, indicaron los expertos.
Esto motivó la decisión de evacuar a una 300 personas en un radio de 500 metros alrededor del accidente.
Las emanaciones tóxicas afectaron más allá, a través de las aguas residuales, explicó Milquet.
«Hay dos problemas. Hay vagones que descarrilaron con este producto químico y están en llamas. Por tanto, está toda la problemática de la intoxicación relacionada con el humo», declaró.
«Pero después hubo otra reacción, ya que una parte del producto químico se mezcló con las aguas residuales y generó una especie de reacción química con gases que son tóxicos y que salieron en algunas calles más allá del perímetro que ya había sido evacuado por el fuego», precisó.
El incendio fue apagado hacia el final del día. Los bomberos decidieron dejar arder los vagones de manera controlada ya que el agua hubiera provocado la emisión de vapores tóxicos.
Aunque se desconocen las causas del accidente, las autoridades no descartan la hipótesis de que el tren circulara a una velocidad excesiva. Los vagones descarrilaron durante un cambio de agujas al pasar por una zona en obras.
El tren provenía de Holanda y se dirigía a Gent-Zeehaven, el puerto marítimo de Gante.
El tráfico ferroviario quedó interrumpido entre Schellebelle y Wetteren y se esperan perturbaciones durante los dos próximos días.
En mayo de 2012 se registraron en Bélgica dos accidentes similares con trenes de mercancías que transportaban cisternas con productos tóxicos.
DC/Panorama