Una concentración desordenada desbordaba la los fondos del centro comercial Costa Verde, lugar donde se ubica un supermercado Bicentenario, todo fluía de manera normal hasta notar la presencia de nuestro medio de comunicación, fue entonces cuando los ánimos se caldearon y se empezaron a escuchar comentarios como: Ese es el pan nuestro de cada día, esto pasa por la necesidad de adquirir un producto de primera necesidad, entre otras quejas.
La señora Dinorah Aparicio indicó que para muchos, una cola es sinónimo de la presencia de un rubro difícil de conseguir, no obstante, la molestia es permanente, por lo que se le preguntó sobre los operativos que ejecuta el gobernador Arias Cárdenas; lo calificó de positivo pero al mismo tiempo preguntó: ¿y donde están los alimentos de esta ciudad?.
Por otro lado, Sara Barrios, dama que hacía de igual manera la cola, dijo que sufría de hipertensión y estaba desde las 4:00 de la mañana (cabe destacar que la entrevista se realizó cerca de las 11:00 de la mañana) y estas personas aún no había comprado, en este sentido, dijo que era injusto tener que vivir esa calamidad.
Durante la larga espera son muchos los temas de conversación, uno de los que acaparó la mayoría de los presentes fue la comparación de cómo era antes hacer una compra la de los alimentos y estos usuarios recordaron con nostalgia aquellos años de la cuarta república, donde la variedad imperaba en cada súpermercado, y donde el comprador era quien tenía el poder de decisión sobre cuál marca deseaba llevar a su casa.
Antes había de todo, tu escogías que harina te gustaba, cual aceite, y ahora hay que llevarse lo que quede, dijo la Dinorah Aparicio en expresiones características de un maracucho, mientras que Sara barrios en todo reflexivo recordó que hace 15 años todo era tan cómodo y ahora hay que conformarse lo que sobre.
Estas personas coinciden en la necesidad de crear mejores políticas para garantizar la soberanía alimentaria, aseguran estar molestos de permaneces en las colas para conseguir los productos.
DC