Según informó la agencia austríaca APA, la policía encontró el cadáver de un hombre de 55 años bajo 20 centímetros de agua en un túnel inundado cerca de Bregenz, capital de ese Estado federado en el extremo oeste del país,
Cerca de la localidad de Gaissau, en la misma región, los bomberos rescataron del lago Costanza, que comparten Austria, Alemania y Suiza, el cuerpo sin vida de otra persona.
Aunque hay indicios de que estos fallecimientos están relacionados con las fuertes inundaciones de los días pasados en esa región, la policía ha ordenado la autopsia de ambos cuerpos.
Estos casos se suman a las muertes de otros dos hombres, acaecidas desde el domingo en los Estados federados de Salzburgo y Vorarlberg.
Aunque las crecidas de los ríos, especialmente del Danubio, han comenzado a retroceder en la mayor parte del territorio austríaco, los caudales continuaban subiendo en la zona más oriental, donde los pronósticos apuntan a que el del Danubio superará el récord de las devastadoras riadas de 2002.
En Hainburg an der Donau, en Baja Austria, más de 250 bomberos y numerosos voluntarios transportaban esta mañana sacos de arena para proteger y fortalecer un dique que el agua amenaza con sobrepasar, al tiempo que también lo traspasa por debajo.
La situación ha obligado a cerrar la estación de trenes de la localidad, en la que 82 edificios habían sido evacuados ya el martes pasado.
Pero en la mayor parte del territorio de Austria, los caudales están bajando de forma constante, aunque lentamente.
Aún así, la situación sigue tensa porque muchos diques, completamente empapados y ablandados, amenazan con ceder a la presión del agua.
En Alta Austria, el gobierno regional ha comenzado a hacer las primeras estimaciones de los daños causados, de los que espera no superen a los de las inundaciones de 2002, gracias a las numerosas medidas de protección construidas desde entonces.
Hace once años, los daños causadas por las riadas solo en el Estado federado de Alta Austria ascendieron a los 1.100 millones de euros. Pero sobre las actuales, aún no es posible dar cifras.
En Tirol, en el oeste del país, continúa habiendo peligrosos desprendimientos de tierra, una consecuencia de las fuertes lluvias de los últimos días.
Uno de ellos, de 3.000 metros cúbicos de barro, piedras y tierra, ha obligado a las autoridades a cerrar hoy, y previsiblemente por varios días, la carretera del Brennero (B182) entre las localidades de Mutters y Schönberg.
EFE