Kim kim como es conocido Fernández, estaba pendiente de todos los movimientos de su mujer Andreina, sabía que ella estaba desesperada por no conocer el paradero de su hermana mayor, quien había desaparecido desde el domingo.
El homicida, en un acto tal vez de compasión, llamó a Andreina y le pidió que la siguiera a su casa, una vez adentro de la residencia él cerró la puerta para que ella no saliera y mirándola a los ojos le confesó el horrendo crimen.
A las afueras de la morgue, y con una tranquilidad poco usual, Andreina le contó a los medios de comunicación, como el que había sido su pareja sentimentalmente por los últimos 11 meses le confesó el crimen de su hermana.
En una habitación contigua a la suya ocurrió el crimen, y ella Andreina- se esmeró en aclarar que no escuchó ruidos, quejidos, disparos o algún otro indicio de violencia y menos de homicidio.
El domingo Erlys estaba tomada, con ayuda de una prima llegó a la casa, estábamos solas ella mi hija de nueve años y yo. Rafael vive al lado de mi residencia, y en la noche me preguntó si mi otra hermana estaba en la casa. No se me ocurrió nada malo, cuando él quiso saber quiénes estábamos en la vivienda.
Según la versión de la mujer, su hermana Erlys botó a Kim kim de la casa el sábado por qué lo escuchó diciendo que el padre de las hermanas olía a formol, ella entendió que se trataba de una amenaza, por eso le pidió que se fuera de la casa de las Larreal Quintero.
El domingo a pesar del estado de ebriedad en el que se encontraba Erlys, Andreina permitió que Rafael Fernández hablara con ella y aclarara la situación.
Él me dijo que me encerrara en el cuarto con la niña, mientras hablaba con Erlys. Como ya me había amenazado y yo sabía que estaba armado le hice caso, me encerré con mi hija. Horas después escuché el ruido de una mesa, o tal vez la cama, salí a ver que era y ya no había nadie, luego de eso no supimos más de mi hermana.
El crimen
Evelio Larreal, padre de Andreina y Erlys, explicó que Kim kim estaba bajo régimen de presentación, que estuvo involucrado en el asesinato de un tío y que todos en el pueblo le tenían miedo. Por eso cuando supo que su hija mantenía una relación amorosa con él le dijo que se fueran de la casa.
Mi hija Erlys los apoyó en ese momento, y yo le dije que entonces se atuvieran a las consecuencias.
Premeditado
Fernández sabía que asesinaría a su cuñada, por eso horas antes del homicidio se dio cuenta que la cama de la víctima no tenía sábanas.
Rafael me pidió que vistiera la cama de Erly, yo le puse unas sabanas, las mismas con las que presuntamente el homicida estranguló a la joven mujer y luego la llevó cubierta hasta el lugar donde la enterró, aproximadamente a siete kilómetros de distancia de su casa.
El colchón de la joven secretaria quedó manchado de sangre, para ocultarla, Fernández lo volteó antes de salir de la vivienda con el cuerpo de la hermosa mujer. Cuando el CICPC llegó a la casa para iniciar las investigaciones voltearon el colchón y ahí vimos la sangre, aclaró Andreina.
Testigos
La noche que él Fernández- asesinó a mi hermana unos vecinos nos dijeron que vieron el camón de la mamá de mi esposo en la entrada del cocal, le pareció sospechoso. Además notó que los perros estaban alborotados, por eso se corrió el rumor de que en ese lugar habían dejado un cadáver.
Entre algunos habitantes del ligar se fueron hasta donde habían visto el camión y comenzaron a cavar, fue en ese momento en el que encontraron el cuerpo y llamaron a la policía.
El cuerpo de Erlys fue llevdo hasta la morgue forense, donde los familiares la identificaron horas después. El homicida huyó al escuchar que ya habían desenterrado el cuerpo.