En la humilde vivienda, que consta de tres habitaciones, la madre del infortunado quien estaba en estado parapléjico prendió una vela a un santo, en el cuarto del medio y se acostó a dormir con su hijo en la tercera de las habitaciones.
Cerca de las 10.00 de la noche, cuando la vela presuntamente se cayó del altar donde resaltaba la imagen del indio Paramaconi, generando un incendio que causó la muerte del hombre.
Cuando la madre de David se dio cuenta, ya las llamas estaban consumiendo gran parte de la residencia. Con los alaridos de auxilio, los vecinos se dieron cuenta y corrieron a socorrerlos.
Los vecinos lograron entrar a la casa y sacaron a la mujer con vida, pero cuando volvieron por David ya era demasiado tarde, la candela no les permitió entrar y David Rincón murió consumido por las llamas.