El día de su cumpleaños Kimura había recibido un homenaje del Ayuntamiento donde residía, Kyotango (oeste de Japón), una inscripción en el libro Guinness de los Récords y las felicitaciones del primer ministro nipón, Shinzo Abe.
«El pueblo de Japón está orgulloso de usted», le dijo el jefe del gobierno.
Kimura era el más longevo del mundo, tanto de hombres como de mujeres.
Nacido el 19 de abril 1897, había trabajado en el servicio de correos japonés durante cuarenta años y tras su jubilación se consagró a la agricultura hasta los 90 años.
Kimura tenía siete hijos, 14 nietos, 25 biznietos y 14 tataranietos.
No fumaba y solía comer hasta llenar el estómago cuatro quintos, nada más, explicó a la AFP un responsable de la ciudad de 60.000 habitantes donde vivía. Pasaba la mayor parte del tiempo en la cama, pero no perdonaba sus tres comidas diarias.
También bebía alcohol, pero de manera «razonable». Su divisa era «comer ligero y vivir mucho», según este responsable.
Cerca de un centenar de centenarios viven en Kyotango y el Ayuntamiento ha realizado un estudio sobre sus hábitos alimenticios en un intento de comprender las razones de su longevidad.
DC/Panorama