Un suceso en los talleres centrales de La Salina en Cabimas ha desatado una conmoción en la Costa Oriental del Lago. Dos de sus trabajadores protagonizaron un triste final: Evert Hernández, presuntamente le disparó a Henry González, supervisor del área de Protección y Control de Pérdidas (PCP), y luego se suicidó.
Según el testimonio de algunas personas presentes en esas instalaciones petroleras, Hernández, quien era laborista (área de depósito) observó cuando González circulaba en un jeep de la empresa.
«Ever le hizo señas con la mano que se detuviera, pero Herny vio que estaba armado. Cuando se acercó al jeep por la puerta del conductor, trató de abrirla pero Henry la cerró, entonces Henry dio la vuelta, abrió por el lado del copiloto y le disparó. Después de eso salió corriendo, llegó a su oficina, gritó a todos que se salieran. Luego se escuchó un disparo y cuando fueron a ver se dieron cuenta que se había suicidado», contó una fuente extraoficial.
Los dos trabajadores tenían aparentemente una rencilla desde hace cuatro meses, cuando presuntamente González denunció a Hernández por el robo de un material petrolero.
Panorama/ Diario Contraste