El pasado sábado el toletero de los Medias Rojas de Boston protagonizó un escena bochornosa en el club house del equipo y es que, luego de poncharse estando en la cuenta 3-0 el jugador decidió pelear con el árbitro por los dos primeros strikes que a su juicio estaban fuera de la zona.
Por suerte Ortiz decidió terminar el asunto desde la cueva y evitar ser expulsado, pero quien llevó la peor parte fue la casilla telefónica del bullpen, la cual destrozó con su bate y poniendo en peligro la integridad de su compañero Dustin Pedroia, que se encontraba a un lado.
Jimmy Pirela / @PirelaJimmy