La duquesa de Cambridge, Catalina, fue ingresada hoy en el hospital londinense St.Mary, en el centro de Londres, para dar a luz al llamado «bebé real», que ocupará el tercer lugar en la línea de sucesión al trono británico.
En un escueto comunicado, el Palacio de Kensington, su residencia oficial, informó de que la esposa del príncipe Guillermo ingresó esta mañana con las primeras contracciones.
Catalina, que ya salía de cuentas la semana pasada, fue llevada en coche desde Kensington hasta la sala privada «La Lindo», de St.Mary, y está dando a luz acompañada por su marido.
El bebé -sea niño o niña- ocupará el tercer lugar en la línea de sucesión al trono, después de su abuelo, el príncipe Carlos, heredero al trono, y de su padre, el duque de Cambridge.
Ante el hospital, numerosos fotógrafos y cámaras aguardan el nacimiento del bebé más esperado del Reino Unido, que será el tercer bisnieto de la reina Isabel II de Inglaterra.
El príncipe de Gales y su mujer, Camilla, duquesa de Cornualles, están en un compromiso oficial en York (norte de Inglaterra) y la Reina permanece en el castillo de Windsor (afueras de Londres).
El Palacio de Kensington ha puntualizado que no tiene intención de divulgar otro comunicado sobre el estado de la duquesa, de 31 años, hasta el nacimiento del bebé.
Catalina es atendida por un equipo médico encabezado por el doctor Marcus Setchell, antiguo ginecólogo de la reina Isabel II, y que también estuvo al frente del parto de los dos hijos de la condesa de Wessex, Sophie Rhys-Jones, esposa del príncipe Eduardo, el hijo menor de la soberana británica.
En la sala privada «La Lindo» también nacieron los dos hijos del príncipe de Gales y la fallecida Diana de Gales, los príncipes Guillermo y Enrique.
Esta sala, que es privada y fue remodelada el año pasado, cuenta con habitaciones modernas y de lujo, y una noche de estancia cuesta 4.965 libras (5.858 euros), mientras que la atención de un médico obstetra es de unas 6.000 libras (7.080 euros).
El nacimiento del primer hijo de los duques ha recibido una gran atención mediática, con la presencia de medios de todo el mundo, y una gran expectación entre la población.
La familia real había indicado que el bebé nacería a mediados de julio -los medios daban la fecha del 13 de julio-, por lo que la espera ha causado ansiedad entre los medios de comunicación que llevan al menos dos semanas haciendo guardia.
Según los medios británicos, el nombre favorito de los británicos, si es niña, es Alexandra, y de Jorge, si es niño.
Una vez que nazca el bebé, se espera que el duque de Cambridge comunique la noticia a su padre, a su hermano y a su abuela.
Como es tradición, una vez que la familia real y el primer ministro británico, David Cameron, reciban la comunicación del nacimiento, un enviado de la realeza viajará desde el hospital hasta el palacio de Buckingham para colocar en el patio exterior de la residencia una pizarra con los detalles del recién nacido.
La última vez que Catalina fue vista en público fue a mediados de junio cuando participó -vestida de rosa- en los festejos oficiales por el cumpleaños de la reina Isabel II.
El embarazo de la duquesa ha transcurrido con normalidad, con excepción de las náuseas en las primeras semanas de gestación, que obligaron a su hospitalización por unos días.
Según los medios británicos, Catalina estuvo la semana pasada en la casa de sus padres en el condado de Berkshire, a las afueras de Londres, y al parecer fue trasladada a Londres en los últimos días.
El hijo de Catalina nacerá dos años y tres meses después de casarse con el príncipe Guillermo en la Abadía de Westminster, en Londres, donde también se casó la reina Isabel II en 1947.
AFP