El Gobierno de EEUU desmintió hoy las informaciones de que canceló los visados de entrada al país de altos funcionarios de Venezuela por el caso de Edward Snowden, pero admitió que el secretario de Estado, John Kerry, ha conversado sobre el fugitivo con el canciller venezolano, Elías Jaua.
Kerry telefoneó la semana pasada a Jaua para conversar sobre la oferta de asilo de Venezuela al extécnico de la CIA Snowden, indicó hoy a Efe un portavoz del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
No obstante, Estados Unidos no ha suspendido los visados de entrada al país de altos cargos del Gobierno venezolano y a ciertos empresarios ni ha amenazado con suspender la venta de gasolina y derivados del petróleo al país caribeño, como señaló una información publicada el jueves en el diario español ABC.
«Esta caracterización de su conversación es completamente falsa», señaló el portavoz del Departamento de Estado.
«El secretario de Estado no hizo ninguna referencia en su conversación con el ministro de Exteriores Jaua a cuál sería nuestra respuesta si Venezuela asistiera al señor Snowden o lo recibiera», añadió la fuente.
Según el portavoz, Kerry se limitó a expresar a Jaua «que el señor Snowden está acusado de ofensas criminales graves y debería ser devuelto a Estados Unidos para enfrentar esos cargos si llegara a entrar en jurisdicción venezolana».
«Si Venezuela asiste al señor Snowden o le recibe, consideraremos en ese momento cuál debería ser nuestra respuesta apropiada», agregó.
De acuerdo con la información de ABC, la llamada telefónica se produjo el pasado 12 de julio por la noche, horas después de que Snowden publicara un comunicado en el que aceptaba el asilo político que le ofreció Venezuela.
La conversación es la primera conocida entre Kerry y Jaua desde que ambos se reunieran en Guatemala el pasado 6 de junio, aprovechando su presencia en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En esa ocasión, ambos anunciaron la apertura de un nuevo canal de comunicación con el propósito de avanzar en la normalización de las relaciones bilaterales, debilitadas desde 2010, cuando los dos países se quedaron sin embajadores.
La llamada telefónica es además la segunda que se conoce de un alto cargo estadounidense a uno latinoamericano en relación con el caso Snowden, tras la que hizo a finales de junio el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, al presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Tras esa conversación, Correa precisó que su Gobierno no podía conceder asilo a Snowden, porque «no se encuentra en suelo ecuatoriano».
EFE