El papa Francisco dijo el viernes que comprende que los jóvenes pierdan la fe en la Iglesia debido a los malos sacerdotes, así como la confianza en las instituciones políticas a causa de la corrupción, en un discurso en la playa de Copacabana frente a cientos de miles de fieles.
“Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio”, dijo el papa al finalizar una representación del Via Crucis.
“En la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevas tú solo”, añadió.
El primer papa latinoamericano de la historia, entronizado en marzo, enfrenta el desafío de renovar una Iglesia en crisis tras escándalos de corrupción y pedofilia, y de frenar la sangría de fieles mientras crecen las iglesias pentecostales y el laicismo.
En América Latina se han denunciado varios casos de pedofilia, el más notorio en México, entre ellos el del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, acusado de abusos sexuales a menores y de mantener una doble vida oculta en la que tuvo varios hijos.
En Brasil, el país más católico del mundo, han habido pocas denuncias.
Activistas y víctimas de abusos en México aprovecharon la primera visita de Francisco a América Latina para pedirle el jueves que paralice la canonización de Juan Pablo II hasta que se esclarezca si encubrió casos de pederastia en la Iglesia.
Decenas de miles de jóvenes le acompañaron durante el recorrido del Vía Crucis, en un ambiente muy sugestivo, muchos de ellos corriendo por la arena, mientras que varios helicópteros sobrevolaban la zona y varios barcos de guerra recorren las aguas de Copacabana.
La cárcel, las drogas y los medios de comunicación modernos son algunos de los temas presentes en la representación
El Vía Crucis discurre por el paseo marítimo de Copacabana. La última estación, la catorce, se desarrolla en el palco desde el que el Papa preside el rito.
Unos 700 entre artistas y jóvenes voluntarios de Brasil, Puerto Rico, México, Argentina, Alemania y EE UU evocan a través de las 14 estaciones los sufrimientos de Cristo y los males que afligen a la sociedad moderna.
La Cruz Peregrina, la cruz de madera que Juan Pablo II entregó a los jóvenes del mundo en 1984 para que la llevaran por todo el planeta y el símbolo de las JMJ, la portaron 20 muchachos de los cinco continentes.
El Papa fue acogido con la canción “Peregrino incansavel”, cantada por la cantante Ziza Fernandes.
DC/Noticias 24