Pagaron 2.500 dólares por pasar al menos 30 segundos con Leo Messi, pero a cambio recibieron una pelota de plástico y una camiseta con la firma serigrafiada: el astro argentino es el centro de las críticas y las quejas de medios y aficionados en Estados Unidos por su polémica gira de partidos benéficos, en especial el organizado el sábado en Chicago.
Setenta y cinco personas adquirieron el pase VIP que prometía un encuentro personal con el delantero del Barcelona, que en el minuto 68 del partido «Messi y amigos contra el resto del mundo» fue sustituido y se marchó del estadio para comenzar sus vacaciones en Ibiza. Tampoco se encontró con los fans antes del partido ni en el descanso. «¿Pero a dónde va?», dijo el ex futbolista Alexi Lalas, comentarista del partido para la cadena ESPN.
En los últimos días, los aficionados, sobre todo los que pagaron el pase VIP, mostraron su descontento, aumentando las críticas y las quejas contra el astro por una polémica gira benéfica en Estados Unidos. «No hemos recibido comunicación formal del promotor ni la devolución del dinero», dijo Holli Alexandra Towe al diario «Chicago Tribune», que está recopilando las quejas de los aficionados. Towe, que fue al partido con su hijo de nueve años, aseguró que 47 de las personas que pagaron por la entrada VIP se han agrupado para reclamar el reembolso.
El encuentro del sábado a beneficio de la fundación de Messi congregó a 25 mil personas, según los medios locales, menos de la mitad del aforo del estadio Soldier Field.
Número 5 Producciones, la empresa promotora del evento, había promocionado el evento como «una oportunidad incomparable de ver a los mejores futbolistas reunidos en la cancha antes del Mundial de Brasil 2014». El precio inicial de 55 dólares fue reducido para tratar de atraer a más aficionados.
Prometía reunir a 35 estrellas internacionales, pero aparte de Messi, Javier Mascherano y Pablo Daniel Osvaldo sólo se pudo ver al retirado Pablo Aimar, al canoso Ariel Ortega y al francés Thierry Henry, de 35 años y líder de una selección del resto del mundo completada con ex jugadores universitarios de la zona.
Messi no asistió a los eventos pre y postpartido, según «Chicago Tribune». «Pasamos dos horas en una agobiante sala de espera de hormigón (antes del partido)», contó Holli Alexandra Towe al diario. «Luego pregunté a unos empleados del Soldier Field que dónde estaba Messi y me dijeron que se había marchado», agregó.
Tony Sherwood reveló a USA Today que compró dos billetes VIP para él y su hijo, gran fan de Messi, de cara al encuentro en Chicago. La idea era que el pequeño conociera a su ídolo y, como el dinero iba a UNICEF a través de la fundación de Messi, decidió hacer el desembolso de 5 mil dólares. Pero Sherwood y su hijo tampoco vieron a Messi.
El deslucido encuentro del 6 de julio llegó después de la suspensión en el último momento por un problema económico del partido previsto en Los Ángeles el día 3 y del que sólo se habían vendido 20 mil boletos, según Los Ángeles Times.
«Estoy decepcionada y frustrada. Espero que Messi pueda reparar lo que hizo mal. Lo tiene que hacer por los aficionados», dijo a USA Today Inés Calderón, directora de marketing de Adriana’s Insurance, uno de los patrocinadores del encuentro que se iba a disputar en Los Ángeles. «La gira de Lionel Messi por Estados Unidos le ha podido hacer más daño a su reputación de lo que haya podido llenar los cofres de su fundación benéfica», escribió Los Ángeles Times.
DC/DPA
Foto: Cris Bouroncle/Getty Images