La Mesa de la Unidad Democrática acordó presentar a sus candidatos a las elecciones del 8 de diciembre con una tarjeta única con miras a disputarle al oficialismo entre 30% y 40% de las alcaldías del país.
En 2008, el PSUV ganó en 80% de los 335 municipios, y la oposición pretende ahora socavar esa supremacía para que las localidades en las que son gobierno aumenten entre 100 y 134, en comparación con las casi 70 que tienen actualmente.
La proyección la hizo Félix Arroyo, coordinador de asuntos electorales de la Mesa, quien explicó que aun cuando con la tarjeta única se pueden sacar más votos que el oficialismo, no necesariamente ganarán más alcaldías pues no es uniforme la distribución nacional de los votos.
“Queremos bajar ese 80% del PSUV lo más que se pueda y lograr una diferencia grande de votos. Para alcaldías como Maracaibo o Valencia hará falta un caudal de sufragios, pero el trabajo será más arduo en las zonas rurales y con menor densidad poblacional, que tradicionalmente han optado por el oficialismo”, analizó Arroyo.
El secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, confirmó el uso de la tarjeta unitaria el fin de semana.
“Facilitará el voto al elector, disminuirá confusiones y permitirá aprovechar la experiencia del 14 de abril”, dijo en referencia a los resultados de las presidenciales en las que la tarjeta de la MUD obtuvo más sufragios que la del PSUV. Agregó que la mayoría de los partidos estuvo a favor de usar la tarjeta única, aunque admitió que algunos analizan si se plegarán a la decisión.
En privado
La MUD tomó la decisión sobre la tarjeta única el jueves pasado, en una reunión denominada “la encerrona”. Los representantes de los partidos argumentaron que con esa fórmula les fue bien en las elecciones del 14 de abril, por lo que no hay razón para no usarla en diciembre.
Sin embargo, Vanguardia Popular, Movimiento Republicano y el MAS impusieron algunas condiciones para adherirse. En la reunión también se revisó la situación de los municipios en los que hay conflictos para definir candidaturas a las alcaldías.
Los más importantes son Baruta, en Miranda, donde el aspirante que ganó las primarias, David Uzcátegui, está inhabilitado; y Maracaibo, estado Zulia, donde Juan Pablo Guanipa, de Primero Justicia, exige que se realicen primarias, pero la MUD se comprometió a respetar el consenso para la reelección de Eveling Trejo de Rosales.
En Maracaibo la decisión está tomada, aseguró Aveledo. Pero en Baruta el juego está trancado, según otras fuentes de la alianza. Los partidos esperarán a la inscripción de candidaturas (entre el 5 y el 9 de agosto) para ver si el CNE permite que Uzcátegui se inscriba. De no ser así, decidirán si se busca un consenso para la reelección de Gerardo Blyde o si se permite a las organizaciones que inscriban varios nombres, pues algunos dirigentes consideran que no existe posibilidad de perder esa alcaldía. Pero no todos piensan igual. Una fuente de la MUD que asistió a la reunión advirtió que los conflictos en esas dos alcaldías recuerdan lo ocurrido en Chacao en las municipales de 2008, cuando no se logró un candidato unitario y hubo riesgo de perder. La Mesa también discutió la estrategia de campaña: acordó que la grave situación económica que vive el país debe ser un tema central en el proceso electoral.
“El mensaje se enfocará en demostrar que el Gobierno es incapaz de resolver la crisis económica”, explicó la fuente.
La condición
Segundo Meléndez, presidente del MAS, aclaró que su partido respalda la propuesta de la tarjeta única, pero se adherirán sólo si la MUD acepta discutir ciertas candidaturas a concejales que deberían ser para organizaciones pequeñas (por su liderazgo local), pero que debido al reglamento para seleccionarlas se dieron a los principales seis partidos de la alianza.
Desde hace semanas, el MAS y Bandera Roja han insistido en que se debe cambiar la normativa de selección de candidatos a concejales, algo que la Mesa no está dispuesta a hacer. No obstante, la coalición revisará casos especiales en los que un liderazgo local con oportunidad real de ganar no haya obtenido el apoyo de acuerdo con lo establecido en ese reglamento. “En la MUD se maneja un esquema puramente numérico que privilegia de manera exagerada a los grupos que tienen más votos. Eso los lleva a beneficiarse del resultado total de la unidad. Los más pequeños aportan sufragios, trabajo, esfuerzos y voluntad, pero no obtienen una representación que se corresponda con eso”, aseveró Meléndez.
Una fuente de la plataforma opositora dijo que confía que la situación se resolverá: “Las comisiones encargadas en los municipios se encargarán de que haya una representación justa de todas las fuerzas”.
Los partidos pequeños de la MUD reclaman que a pesar de que las fuerzas mayoritarias en la Mesa alcanzaron 70% de los votos el 16D, el reglamento les permitió capitalizar 80% de los cargos de representación y, a su vez, controlarían 87,5% de los puestos salidores, dejándole al resto de los partidos que participaron sólo 12,5% de los cargos. Eso se traduce en 1.189 cargos salidores, de los cuales 1.042 le corresponderían a las fuerzas mayoritarias y 147 serían del resto.
DC/ El Nacional