A pesar de que Nokia ha permanecido fiel y aparentemente contenta respecto a la decisión que tomó en 2010, cuando cambio Symbian por Windows Phone, el vicepresidente de la compañía finlandesa, Bryan Biniak, manifestó su disconformidad con la política de Microsoft respecto a las actualizaciones de su sistema operativo.
Demasiado anclado todavía (a pesar de que no hace mucho que anunció su disposición a cambiar de métodos) en el viejo sistema de actualizaciones anuales, Microsoft no está preparado para competir con agilidad en un mundo donde el resto de compañías actualizan su software, como mínimo, cada semana, por lo cual no es de extrañar que Nokia, que tanto ha arriesgado por este SO, se sienta molesta con la falta de diligencia de la compañía de Redmond.
La pasada semana, los datos trimestrales de Nokia confirmaron un leve repunte de su situación. Ellos esperaban superar los 6,8 millones de teléfonos distribuidos por BlackBerry, y así ha sido, con la distribución de 7,4 millones de Lumia. La aspiración de convertirse en la tercera opción del mercado de los smartphones, detrás de Apple y Samsung, está algo más cerca, pero todavía muy lejos de los 70 millones de Samsung y los 30 millones de Apple, según informa el diario International Business Times en una entrevista realizada a Biniak.
Biniak espera de Microsoft que se repitan los resultados de la Xbox con Windows Phone, cuando supieron colocarse por delante de Sony y Nintendo. Al parecer, todo quedará en manos de la compañía de Bill Gates y en la dedicación que le pongan a su sistema operativo.
Luis M. Santander / @santander205 / Derf.com
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