Marcio Fortes, director de la Autoridad Pública Olímpica (APO), organismo público de Brasil que coordina la planeación de los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro, entregó ayer miércoles su carta de renuncia a la presidenta brasileña Dilma Rousseff por considerar que el organismo ha perdido influencia.
La renuncia de Fortes, confirmada por la APO, ha generado mucha preocupación tanto pública como de los entes internacionales, quienes se están preguntando sobre la capacidad de la ciudad para llevar a cabo las primeras olimpíadas en Sudamérica en la historia.
Según el ahora ex coordinador olímpico, la oficina ha perdido influencia, puesto que aunque es la encargada de coordinar los preparativos de la cita olímpica entre los gobiernos federal, estatal y locales, no es responsable de entregar ni de construir proyectos relacionados con las olimpíadas.
La salida de Fortes, adicionalmente, podría causar inquietud a los inspectores del Comité Olímpico Internacional, quienes visitarán Río de Janeiro a finales de mes para evaluar el progreso en los preparativos. El COI ha expresado preocupación porque la planeación y la construcción avanzan con lentitud.
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