El diario Los Andes se trasladó hasta las puertas del Hospital Central de San Cristóbal, donde los heridos de fatal accidente en la Troncal 5 que dejó nueve personas fallecidas contaron parte de lo que vivieron esa noche.
“Bien, gracias a Dios que estoy con vida”, fueron las palabras que expresó Fernando Rodríguez, de 53 años de edad, quien es un militar retirado del Ejército de Colombia, que se desplazaba desde Puerto Ordaz, estado Bolívar, con destino a Cúcuta -Colombia-, en donde él tendría que llegar a resolver un problema con respecto a su sueldo.
Fernando, con una fuerte herida en su cabeza que abarca parte del rostro, múltiples fracturas en su cuerpo, e inmóvil por las lesiones, relató que abordó el control 49 este domingo en Puerto Ordaz, el cual, desde que inició su recorrido, comenzó a presentar fallas. “Al principio, cuando teníamos pocas horas de viaje, la unidad comenzó a incendiarse, por lo que los dos conductores decidieron apagar el aire acondicionado del buscama”, dijo.
“En vista de que las personas que iban en la planta baja se comenzaron a sofocar, desplazaron a la mayoría hacia el segundo piso”, expresó.
De allí en adelante, el recorrido fue lento a raíz de las fallas, mientras que los usuarios iban con la esperanza de llegar a la capital, donde harían trasbordo a otra unidad, pero los choferes se pasaron de Caracas.
–Cuando ya íbamos por Barcelona el expreso no presentó más fallas, y daba la impresión de que el chofer iba a alta velocidad –comentó Rodríguez–. Varios pasajeros que viajan con menores de edad, comenzaron a quejarse, porque sus hijos empezaron a enfermarse por la falta de aire. En la vía, el buscama paró en varias oportunidades, recogiendo pasajeros. Yo me quedé dormido varias horas.
Afirma que cuando ya pisaban tierra tachirense, sintió que el bus iba corriendo demasiado. Solo recuerda que el dolor que sentía en su cuerpo y cuando fue trasladado al Hospital Central.
“El chofer se quedó dormido y por eso el expreso volcó en la vía”, comentó, mientras las enfermeras lo preparaban para trasladarlo a un centro de salud privado. Llorando, este hombre pidió a las autoridades que en casos de emergencias similares, se les preste la mayor colaboración a los familiares de las víctimas, pues sus allegados no conseguían vuelo en Puerto Ordaz para llegar a San Cristóbal rápidamente, ante la tragedia.
Asimismo, la hija de Yuli Muñoz Fernández, refirió circunstancias similares, luego de que su madre abordara la unidad a las 7:00 de la noche en Upata. Dijo que a las pocas horas sintió que el bus presentaba muchas fallas, casi que se estaba incendiando y bajaron a todos los pasajeros, y aunque tenían que cambiar de unidad en Caracas, el conductor siguió su rumbo, no dándole importancia a lo que ocurría.
Viajaban sin aire, con la puerta abierta, dos niñas pequeñas al poco tiempo comenzaron a vomitar y ahogarse del calor, mientras que el olor del baño ya era insoportable.
Yuli Muñoz, de 31 años de edad, quien viajaba sola, sufrió una pequeña fractura en la cabeza, y tiene un diminuto coagulo de sangre en la región cefalea que le genera fuertes dolores.
La familiar señaló que ellos se enteraron de lo acontecido a eso de las 3 de la madrugada de este martes, tras esperar a su familiar desde las 5:00 de la tarde de este lunes en el terminal de San Cristóbal, hora prevista para su llegada a la entidad, donde venía a pasar unos días de vacaciones.
Cinco abordaron en Socopó
A las 9 y 30 de la noche de este lunes, cerca de cinco personas abordaron el buscama en Socopó, estado Barinas, entre ellas un joven que tenía como propósito llegar a la población de La Grita a pagar una promesa al Santo Cristo de La Grita.
El muchacho también relató que el expreso se movilizaba a elevada velocidad.
Otra de las sobrevivientes del aparatoso accidente vial, fue Gladys Parra, de 55 años de edad, quien viajaba con su hermano -el cual perdió la vida en el sitio del suceso-, además de su cuñada y una amiga que también resultaron gravemente heridas.
Gladys expresó que ella, para el momento del incidente, no viajaba dormida, sin embargo dice no haberse acordado de lo que pasó. “Lo que yo sentí fue que el autobús se fue de lado y se cayó. El autobús venía despacio y prendió el mechero a mil”.
Al igual que los demás heridos, Gladys Parra concluye que el conductor se quedó dormido o se le dañaron los frenos, en vista de la rapidez con la que se dirigía.
Por fortuna, esta pasajera solo sufrió heridas leves, a pesar de que dice haber salido expelida, pasando sobre los demás pasajeros que quedaron atrapados entre la carrocería.
“Como pude bregué, pero era difícil. El vidrio de atrás se rompió, se zafó enterito y ahí fue donde nosotros empezamos a salir por esa parte y otros por delante”, contó.
Dijo que la ambulancia demoró, así como las herramientas que utilizaron los socorristas para cortar los hierros; no obstante, consiguieron gato, piedras y palos, y como pudieron fueron levantando un poco el vehículo, con el fin de sacar a la gente atrapada, salvando así entre 8 y 10 personas.
Trasladados a clínicas
En horas de la mañana de este mismo martes, el seguro del expreso Los Llanos asumió los gastos de cada una de las personas que viajaban en el expreso, por cuanto la mayoría de los pacientes ingresados al Hospital Central, fueron trasladados a diversas clínicas de la ciudad, donde continuarían brindándole atención médica. Asimismo, otro grupo de heridos fue recluido en el Hospital del Seguro Social y una minoría en el Hospital Militar.
Anggy Polanco / Diario de los Andes