De manera despiadada un grupo de hombres que estaba cazando en Zimbabue, fue capaz de usar cianuro para asesinar a 41 elefantes en el Parque Nacional de Hwange, al oeste de dicho país.
La información la dio a conocer el diario estatal Chronicle, quien informó que el cuerpo policial de la localidad detuvo a seis de los presuntos, ha recuperado 17 colmillos de marfil valorados en unos 120.000 dólares (unos 90.000 euros).
Según el periódico, «la banda habría usado sal envenenada con cianuro en pozos frecuentados por los elefantes en el parque nacional para matarlos».
El método usado hace temer que se desencadenen más muertes de animales en la citada reserva natural.
«Es lo que llamamos ‘efecto de cuarta generación’, debido a la potencia del cianuro como veneno», aseguró al diario el portavoz de la Policía de la vecina localidad de Tsholotsho, Muyambirwa Muzzah.
«Los animales que se alimenten de los elefantes muertos -explicó- morirán. Y los que se alimenten de ellos, también».
La Agencia de Gestión Medioambiental de Zimbabue analiza hoy el impacto que el suceso ha podido tener en el ecosistema de Hwange.
El parque tiene una extensión de 14.000 kilómetros cuadrados, y su población de elefantes se ha visto reducida en 69 ejemplares entre los pasados meses de mayo y agosto debido a la caza furtiva.