Este martes Apple llevó a cabo el evento de presentación de sus nuevos terminales iPhone, el 5S y el 5C, los cuales venían siendo rumorados desde hace meses y con los que la compañía de Cupertino busca alzar sus ventas en un mercado que, frente al éxito de los dispositivos Samsung y la escalada de Nokia y sus Lumia, no se ha mostrado muy accesible.
Sin embargo, muchos no estuvieron de acuerdo con los lanzamientos de Apple. Entre ellos, la gente de Wall Street, que reflejaron su respuesta negativa ante los nuevos dispositivos con muy poca inversión en las acciones de la compañía.
Ayer, día de la presentación, las acciones cerraron con un 2% menos, manteniendo el valor de cada acción en 494 dólares. Pero la cosa no quedó ahí, puesto que para la mañana de este miércoles, las acciones ya habían bajado un 5%, llegando a valorarse en unos 467 dólares.
Aparentemente, los inversionistas esperan ver cómo es el recibimiento de los consumidores ante el iPhone 5S y el 5C. La preocupación, de momento, es que el 5S no logre atraer nuevos usuarios; mientras que el 5C, primer modelo de gama baja de Apple, es toda una interrogante para los inversionistas.
Los analistas han catalogado al 5C como una “decepción”, puesto que no se cumple con la promesa de Apple de ofrecer un dispositivo “económico”: mientras será vendido a 99 dólares si se realiza una suscripción de dos años, el teléfono –desbloqueado- tendrá un costo de 549 dólares. Todo cuando se esperaba que el precio fuera inferior a los 300 dólares.
Por ahora, los inversionistas tendrán que esperar al próximo 20 de septiembre, cuando ambos iPhones saldrán a la venta en los Estados Unidos y otros países del mundo, y así ver la reacción de los consumidores ante los nuevos terminales.
Luis Santander/@santander205/CNET
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