El psicólogo Arturo Gómez López compara la nueva y “desagradable” costumbre de mirar el teléfono cuando te encuentras en medio de una conversación, con el acto de meterse el dedo en la nariz en público.
Esta acción de zambullirse en el teléfono móvil en presencia de otras personas ya tiene nombre. Le llaman «phubbing» (se pronuncia «fabing»), un verbo nuevo que surge de la unión de las palabras inglesas phone (teléfono) y snubbing (menospreciar, desairar). Atención a esta palabra, porque a partir de ahora la vas escuchar muy seguido.
Gómez López opina que lo más preocupante de este comportamiento es que se ha naturalizado rápidamente, sin que haya recibido una calificación social clara. «Es necesario que se establezca una regla y también una penalidad. Por ejemplo, que un padre le diga a un hijo que se levante de la mesa si es que está chateando durante la comida. Pero esto no pasa, y el problema con el uso excesivo del celular está casi siempre presente en la consulta», afirma el especialista.
Precisamente con el objetivo de hacer entrar al phubbing dentro de las faltas de cortesía es que se creó una página web que advierte que la comunicación cara a cara está perdiendo cada vez más terreno en manos de la máquina que nos promete mantenernos siempre conectados. «Esa es una fantasía, una paradoja tragicómica: nos sentimos cada vez más comunicados, pero a través de una máquina, y sin embargo estamos desconectados de quien tenemos al lado. Termina siendo una barrera», señala.
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DC/La Gaceta