Mediante la grafología puede detectar más de 5.000 personalidades distintas, incluso ayudar al diagnóstico y seguimiento de enfermedades como la esquizofrenia, el Alzheimer o el Párkinson.
¿Quieres saber qué dice tu caligrafía sobre ti? He aquí una sencilla guía de 11 pistas para conocerte mejor.
Según el tamaño de la letra
Letra pequeña: Eres tímido e introvertido. Eres aplicado, meticuloso y te concentras en lo que haces.
Letra mediana: Eres equilibrado y adaptable.
Letra grande: Eres extrovertido y franco; te gusta estar con la gente y la atención. No obstante, esto también quiere decir que estés construyendo una fachada para tapar tu falta de confianza.
Según el espaciado entre palabras
Mucho espacio: Te gusta la libertad y no te gusta estar agobiado o en lugares abarrotados.
Poco espacio: No soportas la soledad y tiendes a estar con mucha gente y ser entrometido o indiscreto.
Según la inclinación de las letras
Rectas, sin inclinar: No dejas que tus emociones te ganen y tiendes a ser lógico y práctico.
Inclinadas hacia la derecha: Estás abierto a nuevas experiencias y te gusta conocer gente nueva.
Inclinadas hacia la izquierda: Prefieres guardarte las cosas para ti mismo y por lo general te gusta trabajar “tras las cámaras”. Si eres diestro e inclinas tu letra a la izquierda, puede que estés expresando rebeldía.
Según la forma de las letras
Letras redondeadas: Eres creativo y artístico.
Letras puntiagudas: Eres más agresivo, intenso y muy inteligente y curioso.
Letras unidas: Eres lógico, metódico y tomas las decisiones con cuidado.
Según la vuelta de las letras (la “l” o la “e”)
Vuelta estrecha en la letra L: Puede que te estés poniendo límites o restricciones a ti mismo, lo que te podría llevar a sentimientos de tensión.
Vuelta ancha en la letra L: Estás relajado y eres espontáneo. Te expresas con facilidad.
Vuelta estrecha en la letra e: Tiendes a ser escéptico hacia los demás y no tiendes a moverte o dejarte influenciar por las emociones de los otros.
Vuelta ancha en la letra e: Tu mente está abierta y te gusta probar experiencias nuevas.
Según cómo puntúas las íes
Muy arriba de la letra: Tienes una gran imaginación.
Hacia la izquierda de la letra: Tiendes a dejar las tareas para más tarde.
Justo sobre la letra: Cuidas los detalles, eres organizado y empático en lo que dices o haces.
El punto es un círculo: Eres visionario, infantil.
El punto es una raya (parecido a una tilde): Eres excesivamente autocrítico, no tienes mucha paciencia con la ineptitud o la gente que no aprende de sus errores.
Según las eses caligráficas minúsculas
Redondas: Te gusta complacer a la gente y evitas la confrontación.
Puntiagudas: Te gusta aprender cosas nuevas y eres curioso y ambicioso. Cuanto más inalcanzable o difícil sea el objetivo, más ambicioso eres.
Anchas en la base: En tu carrera o en otras actividades, es posible que estés siguiendo lo que te manda tu corazón.
Según haces las O cerradas o sin cerrar
O cerradas: Eres reservado y limitas mucho el compartir tus sentimientos. Introvertido.
O sin cerrar: Eres hablador y sociable, capaz de expresar tus sentimientos y tienes pocos secretos.
Según cómo cruzas la T
En la punta: Eres ambicioso, optimista y tienes una alta autoestima.
Justo en medio: Eres seguro de ti mismo y te sientes a gusto contigo.
Con una línea larga: Eres resuelto y entusiasta. Sin embargo, tiendes a la cabezonería y te cuesta perdonar y olvidarte de las cosas.
Con una línea corta: Tiendes a ser vago y te falta determinación.
Según la velocidad
Rápido: Eres impaciente, no te gustan los retrasos o malgastar tiempo.
Despacio: Eres más organizado, metódico y confías en ti mismo.
Según la presión
Presión fuerte: Se te dan bien los compromisos y el tomarte las cosas seriamente. Si la presión es excesivamente fuerte, tiendes a ser tieso y puedes reaccionar rápidamente a las críticas.
Presión suave: Eres sensible y muestras empatía hacia la gente, pero también tienes falta de vitalidad.
DC/ cookingideas.es