Por primera vez, desde la implementación del Sistema de Autenticación Integrado (SAI) en octubre del año pasado, el Consejo Nacional Electoral actualizará la base de datos de huellas dactilares. Cerca de 800 mil trazas serán sumadas o sustituirán a algunas de menor calidad.
Hasta ahora, la base de huellas que se ha utilizado es la misma que se preparó para las presidenciales del 7 de octubre y no habían tomado en cuenta las recolectadas ese día, ni en posteriores oportunidades como el 16 de diciembre en las regionales, ni el 14 de abril en las siguientes presidenciales.
Además, en esta oportunidad algunas huellas serán tomadas de los registros del Saime, a partir de renovaciones de pasaportes y cédulas de identidad.
La auditoría de las huellas y al sistema biométrico estaba prevista para mediados de septiembre, luego se cambió para el 14 de este mes y se volvió a correr para el 21.
La actualización de estas huellas podría significar la implementación de nuevos mecanismos para autenticación de los electores. Aseguran fuentes vinculadas al CNE que la identificación sería más rigurosa, pues se está aumentando la robustez de la base de datos.
Hasta ahora, han podido votar todos los que presentan una cédula de identidad, sin importar la manera en que se comporta el SAI, es decir, si lo identifica o no.
Además, se supo que también se volvió a rodar la revisión del software de la máquina de votación. Se realizará el 28 de este mes.
Sobre la lista definitiva de candidatos, los rectores debieron revisar a finales de la semana pasada la maqueta de las boletas de votación y la gacetilla, por estados, con los nombres de todos los candidatos. Después de tres semanas de retraso, deberían ser públicas las listas estos días.
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Foto: EFE