El terror sigue apoderándose de Irak luego de que, este domingo, unos diez coches cargados con explosivos estallaran en áreas pobladas por mayorías chiíes de Bagdad y sus alrededores, y un suicida se inmolara detonando una bomba junto a un grupo de soldados que esperaban para recibir su paga en el norte del país, causando la muerte de unas 49 personas.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad de los atentados, pero los chiíes suponen que se trata de una serie de actos realizados por extremistas islámicos vinculados con Al Qaeda, quienes ha recuperado capacidad de ataque este año y han sido partícipes en múltiples atentados.
El ataque que más muertes causó fue el que tuvo lugar en la ciudad de Mosul, donde se llevó a cabo el ataque suicida que acabó con la vida de doce personas, incluyendo soldados que esperaban en fila para recoger sus salarios.
Otras 37 personas murieron en ataques aparentemente coordinados dentro y fuera de Bagdad. En el peor de ellos, dos coches bomba estallaron casi al mismo tiempo cerca de un abarrotado mercado en la localidad de Nahrawan, en el sur de la capital, cobrándose siete vidas.
DC/@DiarioContraste/Reuters
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