El Nuevo Herald: Petróleo venezolano financia a ex guerrilleros

Décadas atrás fueron guerrilleros, pero los dirigentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) manejan ahora a sus anchas uno de los mayores conglomerados empresariales de El Salvador, inmerso en operaciones que van desde el expendio de combustible hasta el transporte público y el sector agroindustrial. Se trata de un conglomerado erigido casi exclusivamente con dinero venezolano, según expertos y documentos obtenidos por El Nuevo Herald.

Y es que el FMLN controla totalmente a ALBA Petróleos de El Salvador, empresa mixta perteneciente a la nación centroamericana y al estado venezolano que se ha convertido en el músculo económico de la izquierda salvadoreña.

“El FMLN se ha convertido en una especie de partido-empresa, a través de ese consorcio empresarial ALBA que hasta hoy comprende inversiones en combustible, medicamentos, medios de comunicación, fertilizantes, financieras”, explicó Ernesto Muyshdont, vicepresidente de asuntos ideológicos de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

“Varios de los altos dirigentes del ala ortodoxa de FMLN, que antes eran combatientes, proletarios, ahora han pasado a convertirse en ‘albamillonarios’, propietarios de fincas, de grandes mansiones, autos de lujo, casa de campo y de propiedades en el extranjero, algo similar a lo que ha estado ocurriendo en Venezuela”, declaró Muyshdont.

Según estimaciones del sector privado salvadoreño, ALBA Petróleos de El Salvador acumulaba más de $500 millones en activos a finales del 2010, lo que la colocaba entre las diez mayores agrupaciones empresariales del país.

Pero su estado actual es difícil de diagnosticar, dado que el 2010 fue el último año en que la firma presentó sus estados financieros a los registros de comercio.

Sobre lo que no hay dudas es de que las operaciones del conglomerado son financiadas principalmente con petróleo venezolano y en menor proporción con recursos del Estado salvadoreño, y que son administrados por el FMLN como si fuesen fondos propios de la organización política.

“Al final son fondos del Estado venezolano y fondos del Estado salvadoreño que se manejan a través de una sociedad mixta, que crea sociedades anónimas subsidiarias, que son las que manejan toda esta plata. Los fondos siguen siendo públicos, pero se administran como si fuesen fondos privados”, explicó Arnoldo Jiménez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP ), la agrupación que aglutina a las principales organizaciones empresariales del país centroamericano.

Según documentos de la estatal Petróleos de Venezuela, el suministro de crudo es otorgada bajo términos muy flexibles que exigen el pago de un 50 por ciento a 90 días de la entrega, monto que puede ser pagado con productos agrícolas, y el resto en un plazo de 23 años, más dos años de gracia, con una tasa de interés de 2 por ciento anual.

Pero según un artículo publicado por el diario ABC de España, el tramo de 50 por ciento inicial está siendo cancelado con productos a precios inflados, por lo que Venezuela, pese a estar brindando términos muy favorables de financiamiento, está recibiendo un pago muy inferior al precio de mercado.

Para el FMLN, esa distorsión no representa ningún problema.

“El café salvadoreño se está vendiendo a un mejor precio a Venezuela. Hay un sobreprecio, ¿y cuál es el problema?, si eso es bueno para los agricultores salvadoreños”, razonó el portavoz del FMLN, Roberto Lorenzana, en declaraciones publicadas por el diario español.

Pero las ganancias acumuladas por ALBA Petróleos de El Salvador, que vende el combustible sin descuento dentro de la nación centroamericana, le dan una enorme liquidez que maneja a sus anchas.

Venezuela aporta cerca del 50 por ciento de los $1,600 millones en crudo que son importados anualmente por El Salvador, dijo Muyshdont.

Por otro lado, el FMLN ha sido muy cuidadoso en evitar que los beneficios de ALBA Petróleos también puedan ser disfrutados por la oposición.

La participación en la empresa está distribuida entre los diferentes alcaldías controladas por el FMLN y cuando ha perdido el control de esas municipalidades en pasadas elecciones, el partido ha transferido las acciones a otras alcaldías que sigue controlando, explicó Muyshdont.

Por otro lado, las posiciones ejecutivas de ALBA Petróleos y sus filiales son repartidas entre dirigentes del FMLN.

“Los gerentes de ALBA Petróleos son los mismos diputados del FMLN, altos dirigentes y alcaldes del FMLN. Entonces son políticos que tienen gran poder político y tienen ahora gran poder económico, administrando sociedades anónimas que manejan recursos públicos”, dijo Jiménez.

“Ellos manejan los recursos a total discreción”, agregó.

Pero el propósito principal de la empresa no es lucrar, sino asegurar la continuidad del gobierno del FMLN en El Salvador.

Es por ello que ALBA Petróleos se encuentra financiando las campañas políticas del FMLN en El Salvador, sin hacer ningún tipo de esfuerzo por ocultarlo.

“Ellos financian a través de ALBA Petróleos al partido FMLN, hacen una campaña masiva en los medios de comunicación para levantar la imagen de los candidatos del FMLN. Andan los candidatos del FMLN regalando becas, regalando de toda cosa. Aquí el ALBA en el Salvador no tiene como finalidad la rentabilidad, como cualquier empresa privada, ni tampoco tienen finalidad social como ellos lo publicitan. Su única finalidad es política electoral”, explicó Muyshdont.

DC/ El Nuevo Herald 

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