El cierre de la prisión de Guantánamo está cada vez más cerca. Este martes, Chuck Hagel, secretario de Defensa de Estados Unidos, nombró al abogado del Congreso del país norteamericano, Paul Lewis, como enviado especial del Pentágono para trabajar en el cierre del centro de detención militar situado en la Bahía de Guantánamo como parte de la renovada iniciativa de Obama de cerrar el recinto penitenciario.
Lewis trabaja actualmente como abogado de la minoría demócrata en la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, donde aborda los asuntos relacionados con Guantánamo, una instalación militar situada en Cuba.
«El enviado especial Lewis aportará con la riqueza de su experiencia a partir de su cargo previo», dijo el Pentágono en un comunicado.
Lewis, que se desempeñó como fiscal militar para los Cuerpos de la Marina y asumirá su nuevo cargo a partir del 1ro de noviembre, también trabajó como el asesor general de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara baja y anteriormente fue fiscal del Departamento de Defensa en el Oficina del Consejo Legislativo.
El presidente estadounidense Barack Obama se había comprometido en 2009 a desactivar la instalación en el plazo de un año, algo que nunca se cumplió. Sin embargo, Obama prometió en abril hacer nuevis esfuerzos para lograr su cierre, en medio de una huelga de hambre de detenidos que ha llevado a las autoridades del lugar a alimentarlos a la fuerza a través de sondas que se insertan por la nariz, un proceso forzoso y terrorífico que puede dejar daños psicológicos en el prisionero.
En la cárcel de Guantánamo, funcional desde los ataques terroristas de Al-Qaeda a las Torres Gemelas en el 2001, están recluidos 164 prisioneros, algunos aún en huelga de hambre, y su cierre se ha dificultado principalmente por la dificultad de encontrar países dispuestos a recibir a los reclusos.
DC/@DiarioContraste/Reuters
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