La canción refleja la cruda realidad de la política venezolana, una fuerte crítica al presidente Nicolás Maduro y el grupo de revolucionarios que lo siguen y critican a un sector de la sociedad.
Finalizando la canción el rapero se identifica como Randall Colmenares, al mismo tiempo que se la dedica al grupo oficialista y hace un llamado a la unión de los venezolanos.