Con un sugestivo vestido, Kim Kardashian reapareció en la Semana de la Moda de París después de haber sido mamá de North West.
Y no se guardó nada para su vuelta a los grandes eventos. En la fiesta realizada en la capital francesa, la mediática lució espléndida y se llevó todas las miradas hacia un pronunciado escote.
Kim, que confesó haber aumentado unos 20 kilos en su embarazo, ya recuperó su figura de siempre y algo más: portó un bronceado polémico, anaranjado. De todos modos, fue el centro de atención.
El vestido negro fue confeccionado por Riccardo Tisci, el diseñador creativo de Givenchy, y lo hizo especialmente para Kim. Ambos caminaron y se fotografiaron juntos por la alfombra roja del evento.