El gramófono dorado que ganó en 2010 la cantante maracucha Mónica Rodríguez por su disco Tienes que creer, en la categoría Mejor Álbum Cristiano, se encuentra en la casa de sus padres. «Cuando termine de sacar los papeles para mudarme a Puerto Rico, me lo llevo conmigo», cuenta la intérprete que este año repite en la misma categoría por su tercer trabajo Encontré su amor. Y claro está, no se perderá la ceremonia: desde ya tiene su boleto con destino a Las Vegas.
«Religiones hay muchísimas, pero en mi música no hay religión, hay vivencias con Dios. Y para mí es un placer hablar sobre las experiencias de vida que me ha dado Dios a través de la música», dice Rodríguez, quien se graduó en Psicopedagogía y estudió unos pocos meses de psicología, pero nunca ejerció. Las tarimas llegaron antes del ejercicio profesional.
¿Qué la llevó a cambiar el coro de la iglesia por las grandes tarimas?
Desde los siete años recuerdo que hacía mis propios micrófonos. Es bastante gracioso: yo agarraba los palos de las escobas, los cortaba, los pintaba; luego cogía la tapita de la colonia de bebé y me subía a la cama de mi mamá. Esa era la tarima y mi familia era el público. Desde pequeña le dije a mi mamá que quería ser cantante. En este mundo uno le puede cantar a tantas cosas… pero en mi experiencia personal, poder cantarle a Dios es algo maravilloso.
¿Qué fue exactamente lo que la llevó a grabar su primer disco?
Es que cada vez que la gente me veía cantar me decía que tenía el talento para recorrer el mundo y tenía razón: he podido cantar en algunas ciudades de Estados Unidos y buena parte de Latinoamérica. Pero la historia es que se me presentó la oportunidad de cantar en España y en ese momento le dije a mi esposo (el productor musical Carlos Almarza) que me hiciera un disco. Le dije que no aceptaba la invitación de España si él no me hacía el disco, porque tenía tiempo diciéndole, pero siempre estaba ocupado. Y en un mes hice mi primera producción, que fue bien casera.
¿Cree que la música cristiana goza de mayor aceptación actualmente?
¡Para mí la música cristiana está más viva que nunca! De hecho, la música cristiana se ha convertido en una alternativa para el mundo entero. Fíjate, hay muchas personas que escuchan música para deprimirse, hay otras que escuchan música para alegrarse, pero otras escuchan música para acercarse a Dios. Y mira, tengo mucha gente que me escribe que no es cristiana-evangélica como yo, para decirme que les gusta mi música. Y creo que la música cristiana debería ser televisada porque nuestro trabajo tiene la misma calidad de la música comercial o secular, trabajamos con todas las de la ley, invertimos en dólares para masterizar, porque el sonido es sumamente importante. De hecho, en los premios Grammy Latinos califican el sonido no cuántos discos has vendido.
¿La música cristiana podría ser calificada de comercial?
Mira, yo te voy a decir una cosa, en mis discos los mensajes te acercan a Dios, pero lo primero que llama la atención de mi música, no es tanto el mensaje sino los ritmos porque son netamente comerciales y eso es lo que te atrapa a querer escuchar el mensaje.
¿Cree en las religiones?
Creo en Dios. Las religiones nos han divido porque dentro de ellas hay tantas normas… Yo te voy a decir una cosa, lo importante no es la religión, sino que las personas tengan una experiencia o una cercanía con Dios.
¿Y cuál es su percepción de la aceptación que tiene la música cristiana en Venezuela?
Bueno, mi experiencia ha sido que cada vez más personas optan por escuchar un mensaje diferente porque la mayoría de las canciones hablan de sexo, de arrepentimiento… El mercado está tan sumergido en eso que ya la gente está hastiada de lo mismo. Recuerda que todos somos personas espirituales, y ese espíritu siempre busca acercarnos a lo celestial.
¿Por qué se va a establecer ahora en Puerto Rico?
Ya estuvimos en Puerto Rico y nos fue muy bien, y consideramos que es un gran territorio para poder desarrollar mi carrera en el ámbito internacional.
¿Qué cree que le falta lograr con su música?
Creo que he logrado muchas cosas, entre ellas la que te comenté: que mucha gente que no es religiosa me escribe para decirme que se siente identificada. También he viajado a muchos lugares gracias a mi propuesta. Pero algo que quisiera es que mis canciones se escucharan más en las radios de música no cristiana.
Fuente: El Universal