El diario oficial «Granma» apoyó hoy la decisión de cerrar las salas privadas de cine en tercera dimensión (3D) en Cuba, pues constituían «violaciones» a lo legislado y había que corregir las «desviaciones».
«No podían continuarse admitiendo, frente a los ojos de todos, las violaciones que se estaban cometiendo. Hubo demora en tomar las medidas que corrigieran las desviaciones», afirmó el órgano del Partido Comunista de Cuba.
Bajo el título «Preservar la legalidad y el orden: un interés de todos», el rotativo abordó el debate suscitado en la isla tras la decisión gubernamental, anunciada el pasado 2 de noviembre, de considerar ilegal la comercialización minorista de artículos importados o la reventa de los adquiridos en la red comercial estatal y la exhibición cinematográfica, que incluye las salas de 3D.
En ese debate social en internet y otros medios digitales, la mayoría de las opiniones criticaron a los llamados «revendedores» de productos adquiridos en las tiendas estatales.
Sin embargo, en los casos de la venta de ropa importada y las salas 3D y de juegos computacionales los criterios mayoritarios apoyan la idea de legalización de esas actividades y con un régimen tributario más exigente.
«Granma» sostuvo que se trata de acciones «fuera del marco legal establecido», y que «la no acción generó impunidad y manifestaciones de corrupción y lo que es peor, los encargados de velar por el orden pasaron a ser partícipes del desorden jurídico, el más peligroso enemigo de la actualización del modelo económico».
«Por encima de la afectación temporal que las medidas adoptadas puedan causar a un sector de la población, está el interés superior de toda la ciudadanía en preservar la legalidad y el orden», sentenció.
El presidente Raúl Castro emprendió un plan de más de 300 medidas económicas con vistas a «actualizar» el sistema socialista vigente en la isla desde hace medio siglo.
Una de esas medidas fue la ampliación del sector privado que ya cuenta con más de 442.000 trabajadores en alrededor de 200 actividades, según cifras oficiales.
En los últimos meses, decenas de salas habían abierto en La Habana y otras ciudades improvisadas en casas o locales, con la particularidad de que muchas de ellas proyectaban películas en 3D.
Luego de anunciarse el cierre inmediato de dichas salas, el primer vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel llamó a «defender la verdadera cultura cubana, enfrentar formas de indisciplina social ajenas a los valores de la Revolución y acentuar productivamente las mejores experiencias».
Xinhua
Foto: AFP