Los extremistas islámicos vuelven a hacer de las suyas. La céntrica plaza de Hijjaz fue usada por el grupo terrorista para colocar una bomba, que al explotar causó la muerte de ocho civiles, y otras 50 personas resultaron heridas.
El artefacto fue colocado en el frente de una de las estaciones del tren, la cual es bastante concurrida.
Entre los heridos se contabilizaron trabajadores del tren, además de mujeres y niños que transitaban por la zona al momento de la activación de la bomba. Todos fueron llevados al hospital de Damasco, donde están siendo atendidos por el personal médico.
Con anterioridad, esta mañana el impacto de un proyectil de mortero lanzado por los grupos de irregulares armados que pretenden derrocar el gobierno del presidente Bashar al-Assad hirió a cuatro niños en la escuela de enseñanza elemental «Aisha».
Poco después, dos proyectiles de mortero lanzados desde la periferia capitalina por las bandas armadas cayeron cerca de la ûpera de Damasco, en los alrededores de la Plaza Omeya, sin que hasta el momento se reporten víctimas.
DC/Prensa Latina