La pesadilla de un violador en serie que a finales de 2010 sembró terror en Maracaibo y que atormentó a sus seis víctimas llegó a su fin con una sentencia. José Luis Montilla Pérez, de 37 años, debe pagar 30 años de prisión por abusar sexualmente de una joven de 18 años, de tres adolescentes y dos niñas, entre abril y octubre del mencionado año.
Asimismo, Montilla Pérez fue condenado por amenazar a otra niña. Durante el juicio, las fiscales 9º y auxiliares del estado Trujillo, Yolehida Quintero, María Pujol y Yaneth Palomino, respectivamente, ratificaron la acusación contra el aberrado por incurrir en el delito de violencia sexual en perjuicio de una joven de 18 años y una adolescente.
Adicionalmente, se ratificó la acusación por los delitos de acto sexual y robo propio en perjuicio de una adolescente de 13 años; abuso sexual contra dos niñas de 11 años; actos lascivos con circunstancias agravantes en perjuicio de otra adolescente de 12 años y amenaza con circunstancias agravantes a una niña de dos años.
Luego de evaluadas las pruebas presentadas por el Ministerio Público, el Tribunal 2º de Juicio de Trujillo dictó la referida condena contra Montilla Pérez, quien permanecerá recluido en el internado judicial de ese estado.
Según la investigación, el hombre engañaba a sus víctimas diciéndoles que conocía a sus padres para ganar su confianza y posteriormente, les ofrecía llevarlas a algún sitio; en otras oportunidades se hacía pasar por taxista, para luego abusar sexualmente de ellas dentro de su carro.
El hecho fue denunciado públicamente, el 11 de noviembre de 2010, por el comisario Jairo Araujo, quien para entonces era el jefe de la subdelegación Maracaibo del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. En rueda de prensa, la autoridad policial presentó dos retratos hablados de Montilla Pérez.
Araujo explicó que este hombre, durante ocho meses, aproximadamente, abusó de al menos nueve mujeres, unas niñas y otras adolescentes. Solo seis víctimas decidieron llegar hasta el fondo de las investigaciones.
Los abusos, según explicó el jefe policial, se cometieron en la zona norte de la ciudad, en las adyacencias de distintas universidades como la Rafael Belloso Chacín (Urbe), Universidad del Zulia (LUZ), Universidad Rafael Urdaneta (URU) y en sectores como La Limpia, La Pomona y otras localidades.
El aberrado utilizaba un vehículo vinotinto, modelo Toyota Araya, con vidrios ahumados y letreros de una línea de taxi o de líneas de centros comerciales para cometer el acto sexual. Algunas veces empleaba otros vehículos.
“Las víctimas solicitaban el servicio de taxi y una vez que subían a la unidad, él las sometía con un arma de fuego o con un arma blanca. Las violaba en el interior del auto en zonas desoladas y luego las bajaba, a las cuatro o cinco cuadras”, explicó Jairo Araujo.
Los funcionarios de la policía científica practicaron un allanamiento en la vivienda de Montilla, ubicada en la urbanización La Victoria, donde fue aprehendido el 20 de noviembre de ese año.
Jescenia Dovale/Panorama