Según datos proporcionados por la Comisión cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), en diciembre de 2013 se registró el mayor número de detenciones políticas en Cuba. Con un total de 1.123 detenciones, este registro, a su vez, es el segundo más alto de la década. El mayor se dio en marzo de 2012, con 1.158.
La media que se registró en los últimos tres meses fue de 931 detenciones políticas mensuales, cifra que no se alcanzó por décadas. Mientras que el promedio mensual de todo el año fue de 536.
A través del informe elaborado por la CCDHRN, se fustiga «la inaceptable situación de represión política y de violación masiva de todos los derechos civiles que sigue prevaleciendo en Cuba y se adentra en el año 56 de su longeva dictadura».
Del total de detenidos, 179 disidentes fueron agredidos físicamente en 27 actos de agresión; 153 fueron víctimas de los llamados «actos de repudio» en 27 incidentes reportados; en tanto, 153 opositores sufrieron actos de vandalismo.
Este aumento de la represión política se da en forma paralela a un crecimiento en los levantamientos sociales de disidentes y parte de la población, en reclamo de los derechos humanos contra el régimen castrista.
La revolución cubana también suma 7.000 muertes en su aniversario número 55, que se cumplió el pasado 1º de enero. Entre las principales causas figuran fusilamientos, huelgas de hambre en las cárceles o deshidratación en las balsas que intentan huir por el Estrecho de Florida.
El último arresto político se dio el pasado viernes 3 de enero, cuando José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), fue capturado en su vivienda de Santiago de Cuba. La familia de Ferrer no sabe dónde está detenido. La intención oficial fue evitar una entrega de juguetes que el grupo disidente tenía organizada para el día de los Reyes Magos.
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