Varias parejas de homosexuales se besaron, este lunes, durante la ceremonia de la Epifanía –en la que se conmemora el bautismo de Jesucristo- en el puerto ateniense de El Pireo como forma de protesta ante la intransigencia y los discursos homófobos de la Iglesia ortodoxa de Grecia.
El acto de la Epifanía fue celebrado por Serafim, un obispo ultraconservador conocido por sus posiciones antisemitas y homófobas y cuyas invectivas contra los homosexuales han sido tildadas por la oposición izquierdista como “más propias de Teherán que de Atenas”.
Recientemente, el obispo amenazó con excomulgar a todos los diputados que voten a favor de extender los derechos de las parejas de hecho a las uniones homosexuales, algo a lo que está obligada Grecia por una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
«Para los padres de la Iglesia, la homosexualidad es el pecado más asqueroso y sucio», afirmó entonces el polémico obispo.
Así es que hoy, mientras Serafim oficiaba la ceremonia, parejas homosexuales que estaban entre el público comenzaron a besarse en señal de protesta y desplegaron banderas con los colores del arcoíris.
También se repartieron panfletos con el lema «El amor no es un pecado» y «No le des más vueltas, no hay excusas», éste último en referencia a la petición de extender las uniones civiles a las parejas del mismo sexo.
Grecia es un país confesional de facto, en el que la Iglesia ortodoxa tiene gran influencia y protección constitucional. Sus obispos son quienes toman juramento al Gobierno, los encargados de abrir el año parlamentario y el curso escolar.
DC/@DiarioContraste/EFE
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