Querer reprender a un niño por faltar a la escuela no implica tener que agredirlo. Sin embargo, Ernest Boatright, un policía del estado de Pennsylvania, Estados Unidos, no lo consideró así y ahora enfrenta cargos criminales por haber rociado con gas pimienta al hijo de 13 años de su novia luego de que el chico se quedara en casa en lugar de asistir a clases.
De acuerdo a la televisora WTAE-TV, Boatright tendrá que asistir a su antejuicio el próximo 22 de enero por haber puesto al menor en peligro y, además, enfrentará cargos de acoso infantil.
Según los documentos de la corte, Boatright dijo a los investigadores que se había limitado a rociar con gas pimienta a dos gatos en un porche cerrado, pero el niño informó a la policía que Boatright le roció a él con el producto químico en su habitación en abril.
El chico asegura que el hombre le había rociado con la sustancia antes. El abogado de Boatright asegura que su cliente «niega vehementemente los cargos».
DC/@DiarioContraste/Agencias
El Siglo Web (Foto)