Cristopher Alejandro Romero Viloria, de un año y cuatro meses, perdió la vida ahogado tras caer accidentalmente en un envase recolector de agua.
El suceso ocurrió durante el mediodía de este domingo, en la urbanización Los Laureles, zona este de Cabimas, donde suelen emplear pipas y baldes en patios porque no llega suministro del servicio.
El niño fue visto por un vecino, cuyo patio limita con el de la familia del pequeño. El lo vio, con los pies hacia arriba y el cuerpecito hundido en el agua. Parientes contaron que de inmediato comenzó a gritar, se salto para ayudarlo mientras que, a la par, la familia salio del interior del inmueble.
Lo llevaron urgente al ambulatorio del Seguro Social, pero ya estaba muerto. Su madre, Maria de los Ángeles Viloria, cayo en estado de crisis y debieron suministrarle calmantes en el centro asistencial.
«Ella siempre cuidaba a su bebe, aunque era madre y padre a la vez. Era el menor de dos hermanos. Hembra y varón. Lo había sacado del maternal porque al niño le estaban dando ataques de epilepsia y le daba miedo que las maestras no lo atendieran bien. Ella hacia malabares para criar a sus hijos. Limpiaba casas. Vivía arrimada en casa de su exsuegra. Este trágico incidente ocurrió cuando ella hacia oficios adentro de la casa, el pequeño se salio y se acerco a los baldes», contó una prima de Viloria.
DC/Panorama