El Rey no tendrá su corona este año. Este martes, el número dos del mundo, Novak Djokovic, fue protagonista de uno de los mayores impactos en mucho tiempo en el tenis al ser eliminado por el suizo Stanislas Wawrinka del Abierto de Australia, competición en la que el serbio no perdía desde hace cuatro años.
La épica batalla, de cuatro horas exactas, desembocó en la victoria del número ocho del mundo por 2-6, 6-4, 6-2, 3-6 y 9-7, resultado que consumó el destronamiento de Djokovic, campeón de Australia en las últimas tres ediciones: 2010, 2011 y 2012.
El resultado va a pasar a Djokovic una factura onerosa en puntos ATP: el serbio defendía 2.000 puntos como campeón de 2013 y ahora sólo sumará 360 por los cuartos de final, de modo que cederá un balance neto de 1.640 puntos. Se cierra la racha de Djokovic de 28 triunfos oficiales consecutivos que arrancó justo después de caer ante Nadal en la final de 2013 en el US Open.
Wawrinka cimentó su triunfo en un masivo servicio que le permitió apuntarse 17 saques directos, con una punta de 219 km/h y le permitió embolsarse el 72% de puntos jugados con primer servicio.
Djokovic firmó siete saques directos y 71% de puntos con primeros. Ambos jugadores empataron a 60 errores no forzados, pero los 17 saques directos dieron ventaja a Wawrinka en el departamento de golpes ganadores: 51-45. Djokovic, probablemente el mejor restador del ATP Tour, sólo pudo facturar cuatro ‘breaks’ durante cuatro horas bajo el monstruoso servicio-cañón de Wawrinka.
Además, Wawrinka supo reaccionar ante la contrariedad de perder el cuarto set cuando parecía ir en control, con 3-3, servicio y 40/0. En el set definitivo, el suizo fue sirviendo por delante, sometiendo constantemente a Djokovic con tiros planos, limpios y agresivos.
Con 5-5 y 40-15 en el set final, el árbitro, Enric Molina, detuvo el juego para limpiar la pista que se había mojado por unas gotas de lluvia. El árbitro principal del torneo, Wayne McKewen, decidió que no se corriera el techo del Rod Laver Arena.
Cuando se reanudó el juego con la pista seca, en cinco minutos escasos, un ‘ace’ de Wawrinka a 214 km/h aseguró el 6-5 y mostró a Djokovic que Wawrinka, esta vez, había llegado para quedarse.
Todo acabó a las cuatro horas exactas de combate y al primer ‘match point’, cuando Djokovic no ajustó bien una volea a la desesperada, tras revés cortado de Wawrinka al resto. Todas sus dietas y estiramientos dinámicos y las instrucciones de Boris Becker sirvieron de poco al destronado Djokovic.
“Es la mejor manera de empezar el año. Me siento feliz, feliz, feliz porque ha sido algo increíble. Al final estaba algo nervioso. Sé que Djokovic nunca se rinde”, declaró Wawrinka.
“He fallado demasiados restos. Ha sido una batalla que alguien tenía que ganar, y Stan lo ha merecido, pero nadie me podrá quitar todos estos meses imborrables que he vivido desde septiembre pasado”, comentó Djokovic.
En Melbourne, el victorioso suizo se enfrenta ahora en semifinales a Tomas Berdych, que previamente eliminó a David Ferrer en cuatro sets.
DC/@DiarioContraste/Diario As
EFE (Fotos)