En nuestro país actualmente existen de acuerdo con cifras del Instituto de Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) aproximadamente 2.7 millones de personas desempleadas, si bien el país se encuentra en una situación económica complicada no todo deriva de ello.
Daniel Goleman, sicólogo autor del libro “La inteligencia emocional en la empresa”, menciona con base en diferentes investigaciones que quienes alcanzan altos niveles dentro de las organizaciones poseen un gran control de sus emociones, están motivadas y tienen iniciativa.
En la actualidad, los requisitos para realizar una carrera profesional interesante, obtener los cargos de alto nivel o incluso para permanecer por un tiempo estable en un trabajo son cada vez mayores y complejos.
La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo (UP), mediante un estudio indica que la falta de información en el proceso de selección y los errores emocionales constituyen las principales causas del fracaso laboral, tanto de renuncia como de despido.
1. Demasiadas distracciones. Tienes una jornada de ocho horas o incuso más y lo ideal es que te encuentres concentrado en tus labores, si las pausas, platicas e incluso el Facebook forman parte importante del tiempo que pasas en la oficina, entonces no estás realmente trabajando duro.
2. No tomas riesgos. Ir a lo seguro siempre es una opción tentadora, es lo más cómodo; pero un negocio no crece sólo de tener suerte, si tienes ideas pero no tomas la decisión de atreverte a alzar la mano tu empresa no te verá y por lo tanto no habrá éxito.
3. No eres eficiente. Si eres de las persona que hace uso de hasta el último minuto en la oficina, bien hecho, el problema se presenta cuando a pesar de trabajar tan duro no lo haces de manera inteligente, y los resultados que presentas no son benéficos para tu empresa.
4. Rendirse al primer fracaso. El estudio de la Universidad de Palermo, revela que frases como “el trabajo no era lo que esperaba” son de las más comunes en el momento de la deserción. Tu carácter debe definir que si el empleo te gusta y lo necesitas no deberás rendirte tan fácilmente.
5. Tener miedo de sobresalir. Es más común de lo que parece, en el interior tienes ganas de conseguir el puesto y salir adelante, pero es más grande la amenaza de no complacer a quienes te rodean o de que si, por recelo te enfrentan, no sepas cómo sobrellevarlo.
6. Carencia de habilidades sociales. Para lograr triunfar en una empresa, tener la disposición de obtener relaciones sólidas es indispensable, por lo que tu fracaso puede estar basado en minimizar la importancia de esto y no conseguir inducir a los demás a una acción o pensamiento requerido.
7. Te falta humildad. Existen personas que logran poco y dicen ser expertos, la humildad consiste en saber lo que no sabes. Lo ideal es que demuestres todas las veces que sea posible las habilidades reales que tienes, porque si en algún momento te ponen a prueba no fracasaras.
8. Falta de responsabilidad. Cuando tienes excusa para todo lo que pasa, sucedió mal o hubo algún problema en realidad no te estás haciendo responsable de tu trabajo, por el contrario das la imagen de que tienes un pretexto para todo y por ende tus jefes no logran afianzar confianza.
9. Nula empatía. Ésta resulta fundamental, ya que el fracaso reside en no reconocer la opinión del jefe o de otros empleados, tomando como base frases que empiezan con “yo”, que implican actitudes defensivas ante críticas sobre tus conductas o acciones.
10. Falta de automotivación. Y este, al parecer es el más importante, ya que si no tienes la capacidad de encontrar una motivación interna independiente de la circunstancia que se viva, no podrás lograr que ante las circunstancias adversas no te des por auto-despedido.
Goleman indica que la buena noticia es que la inteligencia emocional se puede aprender, aptitudes como el autoconocimiento, la seguridad en ti mismo, autocontrol, compromiso, la integridad, honestidad, responsabilidad y liderazgo no están fuera de tu alcance.