El primer partido del mundial nunca es fácil, suelen ser noventa minutos en los que al principio la presión paraliza las piernas, y solo si consigues obtener un marcador favorable en esta fatídica parte del partido, puedes encarar todo lo posterior con más calma, de lo contrario será un calvario en el que las cosas más fáciles se hacen muy difíciles. Si le añadimos a todo esto el plus de ser local, la presión se multiplica por mil, y eso fue lo que paso hoy en el partido inaugural del mundial, donde Brasil derrotó a Croacia tres goles por uno en un encuentro que resultó un viacrucis para la canarinha.
Ya desde el túnel de vestuarios, antes de salir a la cancha, se reflejaba en los rostros de los sudamericanos un nerviosismo extremo, el paso de la responsabilidad sobre sus hombros, el terror al fracaso y al decepcionar a un estadio que a pesar de contar con su apoyo incondicional, de no cumplir las expectativas se puede convertir en un monstruo de mil cabezas. Bajo estas y mil cosas más en la cabeza, salían los brasileños al terreno de juego, mientras que los croatas reflejaban una frialdad propia de los Balcanes, a sabiendas de que la presión la tenía su rival.
Lo himnos envolvían el cielo de Sao Paulo, las gradas hervían a favor de su país, y así comenzaba el primer partido del mundial, con una Croacia esperando, y con un Brasil que se enfrentaba a dos rivales: a los croatas, y al miedo escénico. Eran dos partidos en uno para el scratch.
Los primeros minutos reflejaban a una verdeamarelha pretendiendo ser serena ante los nervios que sentían, tocando una y otra vez el balón entre ellos sin generar ningún tipo de peligro al area defendida por Pletikosa. Los europeos por su parte, se posicionaban en el campo de batalla esperando su oportunidad para atacar los espacios que su rival dejaría por las bandas, y en este juego de ver quien imponía primero sus condiciones, los croatas fueron los amplios ganadores de los primeros veinte minutos.
Esto se reflejó en las veces que cortaban las internadas de Brasil, saliendo rápidamente en contragolpe para buscar centros al área, consiguiendo la primera gran oportunidad de gol del mundial, luego de un cabezazo del guerrero Ivica Olic que casi acaba a dentro, sin embargo, seria Brasil el equipo en marcar el primer gol del certamen, solo que fue en su propio arco.
La jugada sucedió como lo querían los croatas, ganándole las espaldas al lateral derecho Dani Alves, para mandar un centro al área que luego de desviar Jelavic, caería en los pies de Marcelo quien al no controlar bien, mandaba el balón al fondo de las redes.
Esto dio a inicio a otro partido de manera prematura, ya que si en algo se caracteriza el scratch, es en avasallar al rival una vez que el marcador está en su contra, o para decirlo en pocas palabras, el gol de Croacia despertó al gigante dormido, al menos por momentos.
Fue así como Brasil empezó a soltarse y a buscar furiosamente la igualdad, con un Neymar que empezaba a borrar defensas, y un Oscar filtrando balones por doquier, mientras que los balcánicos seguían a lo suyo, teniendo en la figura de Luka Modric el mariscal de la tropa.
Luego de varias chances para cada equipo llegaría el gol de la igualdad gracias al ángel que tiene Neymar y los grandes jugadores, que aun siendo mala su ejecución o equivocándose en la decisión, sus balones terminan adentro. El del Barcelona se internó por el medio luego de combinar con Oscar, y en vez de volver a pasar el balón, disparó mordido con la pierna izquierda, pero con una colocación que hizo inefectiva la volada del arquero croata. De esta manera terminaba la primera parte y los equipos se iban al descanso. Todos pensábamos que aquí empezaría la goleada, pero estábamos equivocados.
Una mala decisión que cambio el encuentro
La segunda mitad no inicio como muchos lo hubiéramos imaginado, ya que si bien se preveía que el scratch saldría a devorar a su rival y destrozarlo futbolísticamente, lo que nuestros ojos vieron fue un escenario cerrado, que se abriría gracias a un error garrafal del árbitro japonés Yuichi Nishimura.
Y es que para sorpresa de muchos, todo comenzó como en la primera parte, teniendo Croacia el control del partido gracias a su gran posicionamiento sobre el césped, una calma de equipo grande, y las ideas bastante claras, desesperando nuevamente a una Brasil que no le encontraba la vuelta al partido.
Ante esta situación el técnico Luis Felipe Scolari haría dos cambios en búsqueda de la victoria, sacando a Paulinho en detrimento de Hernanes, y a Hulk por Bernard, lo que originó mayor velocidad y mayor generación de juego. Los croatas mientras tanto, empezaban a sufrir pero sin despeinarse.
Ya cuando se llegaba a los decisivos últimos veinte minutos, ocurrió lo impensable. Luego que un balón le llegará a los pies al brasileño Fred al minuto 69, este al sentir el mínimo contacto del defensor Dejan Lovren, se lanza descaradamente al suelo, viendo como el juez nipón compraba su simulación y pitaba penalti a favor de los amazónicos.
En medio de las airadas protestas croatas, el árbitro mantenía su decisión y Neymar se preparaba para patear. Con el estadio en silencio y las gargantas preparadas para gritar por todo lo alto, el crack brasileño ejecutaba su disparo, el arquero llegaba a tocar el balón, pero este entraba a la portería, dándole la ventaja a los locales por primera vez en el encuentro.
Si pensaban que a partir de aquí es que comenzaría la carnicería, se equivocaban una vez más, ya que el ímpetu de Croacia los llevaría a buscar el empate, y a acercarse en diferentes ocasiones, en las que el arquero Julio Cesar respondió favorablemente, a los disparos de Modric y Perisic.
Con los europeos volcados al ataque, Brasil se encerró en su área buscando aprovechar los espacios que tendrían, y fue así como conseguirían el tercero definitivo, gracias a una gran jugada entre Ramírez y Oscar, en la que el mediapunta del Chelsea definiría con un puntazo al primer palo, dándole los tres puntos a su equipo en el siempre complicado primer partido.
De esta manera la selección verdeamarelha inicia su periplo mundialista dejando muchas dudas, pero consiguiendo los tres puntos para empezar forjar el camino hacia su sexta copa. La escuadra croata por su parte, se convierte en la máxima candidata a lograr la segunda plaza en el grupo A, gracias a sus buenos jugadores, y al orden táctico que han demostrado.
Lo cierto es que si bien este encuentro será recordado por el error arbitral, este mundial ha empezado de gran forma, con cuatro goles en un primer partido enmarcado por grandes jugadas, en el que parece advertir que Brasil será un equipo que irá de menos a más y en el que el “Jogo Bonito” que siempre han regalado, no existirá esta vez. Solo les vale ser campeones.
Disfrutemos esta copa.
Luis Orozco/DC/@diariocontraste