Un empresario chino envió 14 cajas repletas de lingotes desde Ghana a Hong Kong. Pero cuando llegaron y se las quiso mostrar a su comprador, se habían “convertido” en barras de metal.
La policía del estado con administración especial de China inició una investigación para determinar qué pasó con la preciosa carga que Zhao Jingjun, de 43 años, compró en Ghana este abril pasado. Se trataba de 14 cajas de lingotes de oro, exactamente 998 kilogramos, que tras un recorrido en el que nunca dejaron de estar custodiadas se convirtieron misteriosamente en otra cosa.
Jingjun, un empresario que tiene inversiones en Australia, Sudamérica y África, relató que el cargamento fue chequeado y escoltado por su personal hasta que embarcó desde Ghana en un vuelo charter hacia Hong Kong. En el aeropuerto de Chek Lap Kok, el oro quedó en custodia de una empresa de logística y luego trasladado a un depósito en Tsuen Wan, un distrito que rodea una bahía en la ciudad asiática.
El empresario llegó el lunes 9 de junio desde su hogar en la provincia de Hebel, China, se alojó en un hotel Kowloon Shangri-La y se dispuso a entregar cinco de las cajas que le había vendido a un inversor local, que tiene una oficina en la ciudad.
“Cuando abrió las cajas, encontró que habían sido llenadas con barras de metal en lugar de lingotes de oro. Le dijo a los oficiales que las cajas parecen haber sido alteradas”, relató una fuente de la policía local citada por el South China Morning Post.
Cuando Zhao constató el hecho, hizo la denuncia a la policía de Tsim Sha Tsui, el distrito donde se encuentra el hotel en el que se alojó en Hong Kong. Demostró con papeles haber realizado la compra del oro en Ghana y su envío, supuestamente exitoso, a la ciudad donde se supone que se cometió el robo.
Según los investigadores de la policía, ”no se puede negar la posibilidad de que el oro haya sido cambiado por barras de metal antes de ser enviado desde Ghana a Hong Kong”. Sin embargo, de confirmarse que el cambio de barras se realizó en territorio chino, sería el robo más grande en al menos una década.
Los cálculos señalan que el cargamento estaba cotizado en unos 35 millones de dólares, lo que supera ampliamente el registro previo de un golpe de este tipo, cuando desaparecieron 265 barras de oro por un valor de u$s 11 millones en 2010.
Agencias