La selección griego derrotó hace pocos minutos a su similar de Costa de Marfil dos goles por uno, en el partido correspondiente a la última jornada del grupo C, en el que Colombia aplastó cuatro a uno a Japón.
Grecia estará por primera vez en su historia en los octavos de un Mundial. Sufriendo, con un gol en el último minuto de penalti, después de haber perdido a dos de sus jugadores en la primera mitad por lesión y tras haber estrellado tres balones en la madera. Nadie habría escrito un guión más emocionante para el desenlace de este grupo. Al igual que nadie habría esperado un final tan cruel para Costa de Marfil después del fallecimiento durante la cita mundialista del hermano pequeño de los Touré.
Pero vayamos al principio. Grecia salió con un pelín más de iniciativa que los africanos. Necesitaban marcar para hacer historia, algo que no habían conseguido en todo el Mundial, y antes del descanso se encontraron con el regalo de Tioté. Samaris, que entró por Kone, no desaprovechó el error garrafal del mediocentro para hacer el 1-0 antes del descanso.
Ese tanto dio tranquilidad a los de Santos, que lejos de defender la renta buscaron el segundo. Pero la pelota no quería entrar. Mientras, Lamouchy movió el banquillo buscando un revulsivo. Y lo encontró en la figura de Bony, que aprovechó un jugadón de Gervinho para hacer el empate. Ese gol dejaba fuera a los helenos, que en un último arreón buscaron la heroica. La encontraron en un penalti de Sio sobre Samaras que el jugador del Celtic no desaprovechó. Grecia hacía historia y jugará por primera vez los octavos de un Mundial, en los que se enfrentaran a Costa Rica, la autentica sorpresa del torneo.
As/DC