Un hacker ruso fue acusado el lunes de encabezar un complot mundial para infectar a cientos de miles de computadoras con software malicioso para que su grupo pudiera robar más de 100 millones de dólares de cuentas de empresas y bancos.
El grupo encabezado por Evgeniy Bogachev infectó computadoras con software que capturaba contraseñas y números de cuenta y robó millones de dólares a las víctimas, dijeron autoridades de Estados Unidos. Los integrantes de la banda eran de Rusia, Ucrania y Reino Unido.
Bogachev no está detenido, de acuerdo con la fiscalía en Pittsburgh, donde fueron presentados en su contra los cargos de asociación delictiva y fraude informático, bancario y electrónico, así como de lavado de dinero.
Las acusaciones llegan semanas después de que las autoridades presentaran cargos de espionaje cibernético contra cinco funcionarios militares chinos acusados de robar secretos comerciales a empresas estadounidenses.
La formulación de cargos a Bogachev corresponde sólo a una víctima, Haysite Reinforced Plastics, una empresa de plásticos en Pennsylvania. Según los documentos judiciales, los ciberpiratas lograron robar 840.000 dólares de sus cuentas bancarias sólo en un día, el 20 de octubre de 2011.
Los representantes de la empresa no han devuelto las llamadas telefónicas en busca de comentarios. Las cuentas estaban en el banco PNC Bank, con sede en Pittsburgh, y la institución tampoco quiso opinar al respecto.
Una queja civil relacionada dio una breve descripción de las entidades víctimas e incluye a una tribu india en el estado de Washington, una aseguradora y una firma que opera centros de asistencia en Pennsylvania; un departamento de policía en Massachusetts; una empresa de insecticidas en Carolina del Norte; dos compañías, un restaurante y un banco regional en Florida.
El banco de Florida perdió casi 7 millones de dólares por una transferencia electrónica no autorizada. El departamento de policía en Massachusetts perdió 750 dólares al pagar un rescate exigido por el software malicioso que infectó sus computadoras.
El Nuevo Herald
Foto: Referencial