El republicano Marco Rubio anunció el jueves que el mes próximo acudirá al pleno del Senado dispuesto a debatir la objeción secreta de un senador —al que no identificó— para aprobar sin debate ni enmienda una legislación que busca sancionar a funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos.
Las sanciones a funcionarios venezolanos cuentan con el apoyo de «prácticamente todos los miembros del Senado, excepto uno o dos. En este momento parece que uno», dijo el senador por Florida sin dar nombres.
El principal republicano en la comisión de relaciones internacionales, el senador por Tennessee Bob Corker, votó en contra del proyecto de ley cuando la comisión lo aprobó en mayo.
The Associated Press preguntó el jueves a la oficina de Corker si de él proviene la objeción a la que se refiere Rubio, sin obtener una respuesta inmediata.
La jerga legislativa estadounidense identifica como consentimiento unánime o «hotline» a la consulta informal que ambas bancadas en el Senado realizan para determinar si alguno de sus integrantes objeta la aprobación de una legislación sin que sea debatida ni enmendada.
El sitio web del senador republicano por Oklahoma Tom Coburn explica que no existe un procedimiento equivalente en la cámara baja.
La bancada demócrata, que representa la mayoría, «inició la semana pasada el proceso de hotline para este proyecto de ley. Sabemos que del lado republicano no se ha iniciado», dijo a AP Jorge Silva, portavoz de la presidencia demócrata del Senado que ejerce Harry Reid.
Silva rehusó decir si existe alguna objeción entre los demócratas.
The Associated Press preguntó a la jefatura de la bancada republicana si ya inició el hotline para el proyecto de ley, sin recibir respuesta inmediatamente.
Rubio indicó que si se mantiene la objeción cuando el Senado reanude sus actividades el 8 de julio, «planeo venir a este pleno y pedir un consentimiento unánime en persona. Y si alguien objeta, entonces tendremos un debate sobre la objeción. Si eso fracasa, espero que podamos poner fecha a un voto. Prometo que no tomará más de 15 minutos», agregó Rubio durante la última jornada legislativa antes del receso que el Congreso disfrutará la semana próxima para celebrar la independencia estadounidense.
El senador que objeta el hotline puede evitar el consentimiento unánime cuando es solicitado en persona, pero debe estar presente en el pleno.
Si no prospera la aprobación sin debate ni enmienda, entonces la medida debe ser sometida a votación tradicional.
Rubio abordó el tema días después de que una organización de venezolanos residentes en Florida y partidarios de las sanciones anunciara planes de protestar el 11 de julio frente a la oficina de Reid en Las Vegas.
Los activistas viajaron en mayo en autobús desde Miami a Washington para pedir a las autoridades estadounidenses la adopción de sanciones contra funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos durante las protestas que se iniciaron en febrero y dejaron 42 muertos.
La comisión de relaciones exteriores del Senado aprobó el proyecto de ley a comienzos de mayo, y otra medida similar fue aprobada por la cámara baja en pleno.
El proyecto de ley contempla ordenar al gobierno de Obama que compile una lista de funcionarios del gobierno de Venezuela que se considere que han violado los derechos humanos, congele sus activos y les prohíba ingresar en Estados Unidos.
El gobierno de Obama ha intentado frenar el impulso que han logrado las sanciones en el Congreso y argumenta que necesita un compás de espera para ver si las conversaciones entre el gobierno venezolano y la oposición rinden frutos.
Agencias/AFP