“El mensaje es a que cuidemos la naturaleza, si no lo hacemos ella nos cobrará nuestras acciones, este mensaje no solo es para los que visitan Canaima sino cualquier parte del mundo”.
Llegamos al mes de junio y con él la posibilidad de que los venezolanos ratifiquen su orgullo por poseer una joya natural, exhibida internacionalmente que renueva, no solo la creencia de considerarse afortunados de tener una naturaleza prodigiosa, sino también el compromiso para preservar cada espacio que respira en ese maravilloso espacio llamado Canaima, Patrimonio Natural de la Humanidad.
Y es que fue en el año 1994 cuando Venezuela vibró con la noticia de que el Parque Nacional Canaima, decretado de esta manera el 12 de junio de 1.962, se convirtió en Patrimonio Natural de la Humanidad debido a múltiples consideraciones, entre ellas la internacionalmente conocida: ser un escenario natural único, con imponentes paisajes y hogar ancestral de la cultura indígena pemón.
Un reconocimiento que traspasó fronteras
Esta vasta extensión de territorio se encuentra en el sureste de Venezuela en el amplio Escudo Guayanés, en la jurisdicción de los municipios Sifontes, Piar, y Gran Sabana del estado más grande de Venezuela, Bolívar. Con una superficie de 30 mil kilómetros cuadrados de extensión es considerado el segundo Parque Nacional más grande de Venezuela después del Parque Nacional Parima-Tapirapeco, estado Amazonas el cual cuenta con 39 mil km².
Divididos en el sector oriental y occidental, el Parque Nacional Canaima ha sido el hogar de la cultura pemón. Se calcula que actualmente existe una población estimada de 30 mil pemones en Venezuela, distinguidas entre tres subgrupos o subdivisiones (Pemón Kamarakoto, Pemón Taurepán y Pemón Arekuna).
Y fue este uno de los cuatro aspectos fundamentales tomados en cuenta por el comité de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (en inglés United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, abreviado internacionalmente como Unesco), al momento de evaluar la postulación en el año 1994.
Entre las consideraciones, el organismo internacional concluyó cuatro argumentos para la nominación de categoría como Patrimonio Natural: 1. Es una muestra relevante que representa las mayores etapas de la historia de la evolución de la tierra. 2. Es un ejemplo sobresaliente que representa significativos procesos geológicos y biológicos actuales en la evolución y desarrollo de ecosistemas terrestres y acuáticos y de comunidades de plantas y animales. 3. Contiene fenómenos naturales superlativos, raros ó únicos, así como formaciones, rasgos y áreas de excepcional belleza y 4. Es hábitat en donde sobreviven poblaciones de especies de plantas y animales extraños o en peligro de extinción.
Yosmar Flores, una joven habitante del Parque Nacional Canaima recuerda ese día con mucha nostalgia, expresa que a toda la comunidad reunida la distinción “nos pareció excelente y agradecemos todavía que nos hayan tomado en cuenta debido a la diversidad que existe en este lugar y que se va complementado con valores importantes como nuestra lengua y nuestra cultura. Estamos muy orgullosos de ser una representante más de Venezuela”.
Casilda Berti, considerada la cronista de los pemones, habita en la comunidad Kanaimö del Parque Nacional Canaima. Ella relata que esta distinción elevada a Venezuela en 1994 significó un cambio importante en la forma de ver el mundo. “Había un recelo de cierto modo porque la forma de ver nosotros la naturaleza era muy distinta, hasta fotografiarla era algo no permitido, era como invadir o violar espacios”.
Sin embargo, afirma que todos los miembros de la comunidad indígena están conscientes de la distinción de un organismo de la Organización de las Naciones Unidas como la Unesco. Subraya que “a medida que todo va evolucionando, ya que primero se convierte en Parque Nacional y luego en Patrimonio Mundial, solo queda comprender la política de conservación de la naturaleza”.
Canaima: 30 mil kilómetros de rica cultura y atractivos milenarios
Hoy, a 20 años de esta declaratoria se intensifican los esfuerzos por seguir impulsando en esta importante zona del país un turismo sustentable, bajo un esquema ecosocialista, y un disfrute consciente de cada uno de los rincones de esos 30 mil kilómetros de naturaleza viva que se expresa en cada vertiginoso salto, en cada imponente tepuy y sobre todo en la sonrisa de los habitantes milenarios de esa gran tierra llamada tradicionalmente como Canaima.
Este mes de junio se renovará la fiesta nacional por poseer una joya única, de orgullo nacional. El Parque Nacional Canaima es un regalo de la naturaleza que todos debemos conservar y que en definitiva será el mayor legado para las generaciones futuras que seguirán sumando décadas de un reconocimiento que exalta la venezolanidad repartida en los cuatro costados de esta prodigiosa tierra.
¡Celebremos todos juntos este reconocimiento internacional!
Fuente: Mintur