El venezolano Omar Vizquel no ha jugado con los Indios en más de una década, pero los aficionados de Cleveland aún lo recuerdan con cariño.
El torpedero ganador de 11 Guantes de Oro ingresó al Salón de la Fama de los Indios previo al juego del sábado ante Detroit. Vizquel maravilló a los aficionados con su espectacular juego en las paradas cortas por los Indios entre 1994 y 2004, y fue piedra angular de los equipos que ganaron cinco campeonatos en fila de la División Central de la Liga Americana y jugó en dos Series Mundiales.
Actualmente coach de primera base y de cuadro con los Tigres, Vizquel sigue siendo popular entre los aficionados de Cleveland, que le brindaron una ovación de pie antes de la ceremonia.
«Los aficionados aquí siempre han sido grandiosos conmigo», señaló. «Me encantaba jugar para ellos. Cada vez que regreso y camino por la ciudad la gente se me acerca. Cleveland siempre será especial para mí».
En un equipo en el que había estrellas ofensivas de la talla de Albert Belle, Jim Thome, Manny Ramírez, Kenny Lofton, Roberto Alomar y Carlos Baerga, Vizquel era el encargado de la genialidad defensiva.
«Siempre me enorgullecí en mi defensiva», señaló. «Eso fue lo que me llevó a las Ligas Mayores. Muy pocas veces se ven ovaciones de pie a los que hacen jugadas defensivas. Es muy fácil aplaudir a quien conecta un jonrón, pero muy rara vez se ve a la defensiva».
Vizquel y Alomar formaron una de las mejores combinaciones de dobles matanzas en la historia del béisbol entre 1999 y 2001. También jugó tres campañas al lado de Baerga.
Durante la ceremonia se develó una placa en Heritage Park, detrás del jardín central, en honor a Vizquel, el pelotero 40 en pertenecer al Salón de la Fama del equipo.
Vizquel llegó a Grandes Ligas en 1989. Recordó que muchos pensaban que terminaría bateando para .240 en su carrera, pero mejoró su ofensiva a lo largo de su trayectoria, terminando con 2,877 hits y un promedio de .272. También jugó para San Francisco, Texas, Medias Blancas de Chicago y Toronto.
Se retiró al término de la campaña de 2012 y será elegible al Salón de la Fama de Cooperstown en 2018.
«No he pensado mucho en eso», admitió. «Solo estoy contento de haber tenido una gran carrera, y que la gente pueda hablar de mis números y compararlos con algunos de los que están ahí. Creo que esta ceremonia abrirá algunos ojos para recordar y vean algunos de los números en mi carrera para tomar una decisión».
AP