Amaury Alvarenga salió de su casa por un rato la tarde del domingo para hacer un mandado. Cuando regresó encontró a su hija Martha, de 11 años, tirada en un charco de sangre en el piso de la sala con un cuchillo atravesado en la garganta, las venas de los antebrazos cortadas y un golpe en los labios.
“Yo la agarré entre mis brazos y le arranqué el cuchillo de la garganta a ver si eso le podía ayudar a respirar”, relató el martes Alvarenga, con la voz entrecortada por el llanto, frente a su apartamento de La Pequeña Habana. “Su cuerpo estaba entre caliente y helado y tenia sus piernas duras, duras, duras, duras”.
Poco después alguien hizo una llamada de emergencia y un equipo de rescate llegó a la casa pasadas las 2 de la tarde.
“El doctor dijo que cuando llegó al hospital ya había muerto, no podían hacer nada”, dijo la mujer en declaraciones a el Nuevo Herald.
Alvarenga, quien estuvo hospitalizada debido a una crisis nerviosa, se enteró al salir del hospital sobre la existencia de un video de vigilancia de una casa vecina, que presuntamente muestra a su ex pareja entrando al apartamento el domingo por la tarde.
De acuerdo con Alvarenga, Miguel Angel Ruiz habría vigilado la casa desde una pequeña plaza frente al edificio, esperó a que ella saliera y entró al apartamento en la cuadra 800 de la calle 4 del NW.
“Estaba allí sentado con una gorra, medio escondido, vigilando a que yo saliera”, contó Alvarenga, quien tiene un hijo de un año con Ruiz. “Se metió y seguro me la golpeó porque tenía sus labios hinchados”.
Una de las tres hijas mayores de Alvarenga fue quien revisó el video a petición de la policía e identificó a Ruiz, según familiares. La policía de la Ciudad de Miami no ha confirmado la existencia del video.
Alvarenga se había separado de Ruiz hace unos meses y aseguró que el hombre la ha asediado desde entonces. Los registros públicos muestran que Ruiz tiene un historial delictivo.
Los padres de Martha la describen como una niña responsable y linda, aunque aparentemente la pequeña habría lidiado con problemas emocionales.
La madre confirmó la versión de los amigos de Martha de que ella se cortaba los brazos con navajas y dijo que había buscado ayuda para la niña. Aun así, Alvarenga niega la posibilidad de que su hija se haya quitado la vida.
“La gente dice que se suicidó, pero mi hija no tenía el valor de suicidarse”, declaró. “No es lo mismo que un niño se haga cortadas en el brazo… yo la llevé al doctor y el doctor habló con ella y ella dijo que nunca más lo iba a intentar”.
El Nuevo Herald/DC