Julián José Irazábal, de 24 años de edad, fue asesinado en Pinto Salinas por uno de los homicidas de su hermano menor. Este fin de semana se reportaron 21 víctimas de la violencia en Caracas.
El cuerpo de Julián José Irazábal estuvo sobre el pavimento nueve horas. Su mamá, Tamara Abello, sintió que ese tiempo de espera a la intemperie fue como un funeral.
“¿Para qué velar a mi hijo si estuvo nueve horas tirado en el piso?, ya lo velé toda la noche en la calle y con lluvia desde la medianoche hasta las 9:00 de la mañana, cuando llegó la policía”, dijo la mujer entre lágrimas.
Abello sufre por segunda vez la pérdida violenta de un hijo. El sábado a la medianoche el mayor de sus varones, Julián José, de 24 años de edad, fue asesinado cuando se dirigía a su casa, en el Bloque 4 de Pinto Salinas. Unos hombres lo tenían amenazado de muerte desde hace un año, cuando mataron a su hermano Jackson Irazábal, de 19 años.
Fue interceptado en el estacionamiento del edificio donde vivía. Su agresor le dio un disparo, y cuando cayó al suelo lo volteó para patearlo y darle dos tiros más.
“Lo mató porque tenía una fijación con él, al igual que con mi otro hijo Jackson”, aseveró Abello.
La mujer fue ayer a la morgue de Bello Monte para retirar el cuerpo de su hijo sin la intención de velarlo, frustrada ante las complicaciones que afrontó para que la policía judicial retirara el cadáver del lugar donde ocurrió el crimen.
Aunque el joven estaba amenazado de muerte le aseguraba a su mamá que estaría bien. “Él decía que el que no la debe no la teme. Pero cuando los malandros tienen una fijación con alguien no lo dejan de someter”, precisó. Julián Irazábal deja una hija de seis años de edad.
Angélica Lugo/El Nacional