La cruz a cuestas que lleva sobre sus hombros hoy el líder de Voluntad Popular, no se puede definir de otra forma como la piedrita en el zapato para muchos políticos de hoy en Venezuela.
Para nadie es un secreto que Leopoldo López representa una amenaza para el poder político revolucionario que pretende seguir enroscado en las instalaciones de Miraflores; pero también es una amenaza para las aspiraciones personalistas de un sector de la Oposición venezolana que se encuentra camuflajeada bajo el manto de la Mesa de la Unidad Democrática.
Quizás sean estos dos sectores los que condenen a Leopoldo López, sin temor a lo que suceda en el país juegan a un desenlance nada favorable para un ser humano que ha arriesgado todo, incluso a su familia por una lucha política a favor de las libertades en Venezuela.
A uno por un lado (Gobierno) le conviene mantener a este líder político fuera del juego electoral para continuar aspirando a mantenerse en el poder, viéndolo como una amenaza ante su gran carisma y arrastre de ciudadanos, gracias a su discurso político y proyectos.
Y aun más grave es la situación de la MUD con respecto al caso, y es que muchos venezolanos han criticado el poco apoyo que le han brindado Henrique Capriles Radonski y los miembros de la Mesa de la Unidad a López. Pareciera que aunque no estén de acuerdo completamente, le sirve esta estrategia y les genera un respiro ante un rival con tantas credenciales para ser presidente de Venezuela.
Una mujer con guáramo
Igual ha sucedido con la exdiputada María Corina Machado, a quien el Gobierno, ahora con más fuerzas y teniendo fuera del juego a Leopoldo López se han encargado de bombardear con una implacable estrategia macabra para terminar con su liderazgo también.
Primero la destituyen de su cargo como diputada de la Asamblea Nacional, ahora la acusan de gestar el asesinato del presiente Nicolás Maduro, y quizás el próximo 16 de junio, la dejen tras las rejas, luego de que se presente para declarar ante la justicia.
Los pronunciamientos y acciones ante estos dos casos por parte de la Mesa de la Unidad Democrática, han sido más que sumisos, casi sin contundencia, por no decir que con ninguna.
Para los activistas de Voluntad Popular esto ha significado una burla, siendo ellos como partido político de Oposición al Gobierno de Nicolás Maduro, los únicos que se han resteado ante estas acciones políticas, de las cuales muy pocas pruebas contundentes o reales se han presentado contra los acusados.
Jimmy Pirela/@DiarioContraste