La relación amor odio de las mujeres con los tacones es de sobra conocida; son estupendos para nuestro look, lucimos mucho más esbeltas y elegantes con ellos, pero no nos engañemos…no son unos zapatos cómodos.
Los tacones pueden ser tu mejor aliado pero también tu peor enemigo, si no te resistes a abandonar tus stilettos, no te preocupes, hay solución.
Te proponemos unos cuantos trucos y productos cosméticos para que ganes la batalla a tus amados taconazos y no los sueltes a ninguna hora del día.
Una forma de sufrir menos el día que uses tacones nuevos es haber practicado antes en casa, parece una tontería, pero así nos hacemos a la idea de donde aprietan o donde rozan y podemos darlos de sí un poquito y saber dónde vamos a tener que colocar el cargamento de tiritas para que los pies no noten nada.
Si te cuesta andar con tacones y tus pies sufren demasiado, empieza con unos tacones de unos 5 centímetros. Cuando los tengas dominados, puedes subirte a unos de 9 centímetros y verás como el resultado es mucho mejor ahora.
Directamente estás obligada a lucir unos stilettos maravillosamente altos, entonces pruébalos antes, practica con ellos fuera de casa.
Puedes usarlo durante dos horas para una cena o para tomar unas copas. Así practicas y el día del estreno los podrás lucir perfecta y con menos dolor ya que los has ido domando antes.
Intenta que tus zapatos no te queden holgados, así son más incómodos. Para llevar unos tacones de la forma más cómoda posible es recomendable que sean tu talla perfecta, ni sueltos, ni apretados porque entonces sí te aseguras dolor e incomodidad.
Prueba con las tiras. Son más cómodas y se pueden lucir con cualquier look. Si no se ajustan a tu gusto, entonces opta casi siempre por tacones cuadrados y anchos en vez de los vertiginosos tacones de aguja, estarás más cómoda.
Agencias/DC