La Mandataria de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, asumió la tarde de este martes en Caracas, la presidencia del Mercado Común del Sur (Mercosur), en un encuentro al que se sumaron los presidentes de Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, El Salvador y, el anfitrión, Venezuela.
«Creo que viene una nueva etapa en el mundo, la realidad nos está demostrando un mundo multipolar», manifestó Fernández. «Vamos a necesitar la multiplicación de los panes y de los peces, pero no desde la Biblia sino desde la ciencia y la tecnología (…) La clave está en subordinar la economía a la política, para planificar el desarrollo de un país», expresó.
Durante su discurso, desde la casa amarilla de la cancillería venezolana, Fernández reslató que se «abre una gran oportunidad para toda la región, dependerá de cómo nos asociemos».
Los países del Mercosur ratificaron «su solidaridad militante» con el gobierno de Argentina en su litigio por la deuda soberana impaga con fondos especulativos en una cumbre en Caracas en la que el bloque puso los cimientos de una zona económica con ALBA y Petrocaribe.
«En la reunión privada ratificamos toda nuestra solidaridad militante con la República Argentina, con la lucha que está dando la presidenta (Cristina Fernández) contra el intento a través de los llamados fondos buitres de causarle un daño por la vía de la especulación financiera a Argentina», anunció el presidente venezolano Nicolás Maduro en la apertura de la cumbre en el centro de Caracas.
«Y no es un daño a Argentina, es un daño a todos los países del sur», agregó Maduro, presidente de turno del bloque, que instó a sus colegas del bloque -formado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Venezuela y Bolivia (en proceso de adhesión) – a ir en ese asunto «más allá de las declaraciones».
El gobierno argentino tiene plazo hasta este miércoles 30 de julio a última hora para llegar a un acuerdo con los fondos a los que califica de «buitres» y que obtuvieron una sentencia en la justicia estadounidense para cobrar al mismo tiempo que lo hacen los tenedores de deuda de los canjes de 2005 y 2010.
Kirchner, que en esta cumbre recibe de Venezuela la presidencia rotativa del Mercosur, agradeció la solidaridad, ratificó que su gobierno pagará todas sus deudas y coincidió en que los fondos especulativos «afectan no solamente a Argentina, sino que afectan a todo el sistema financiero internacional».
«Intentan desde afuera y desde adentro asustarnos con que si no hacemos lo que ellos dicen que tenemos que hacer, se van a venir las 10 plagas de Egipto», dijo.
Una delegación de Argentina está reunida el martes en Nueva York con el mediador judicial para tratar de hallar una solución al litigio.
Nuevos horizontes
Esta nueva cumbre, celebrada con siete meses de retraso y en la que Kirchner asume la presidencia temporal, pusó los cimientos de la creación de «una gran zona económica» entre el Mercosur y los países del ALBA y Petrocaribe.
«Son 24 países de nuestro continente que suman Sudamérica y buena parte de Centroamérica. Es una formación económica que se plantea ir mucho más allá de lo que se ha llamado el libre comercio», aseguró Maduro sin dar mayores detalles.
El ALBA es integrado por Venezuela, Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
Petrocaribe, creado a iniciativa de Venezuela, es integrado por naciones caribeñas y centroamericanas que adquieren petróleo a precios preferenciales.
Los mandatarios celebraron el regreso de Paraguay a las reuniones de más alto nivel desde su suspensión en junio de 2012 y abogaron por la integración plena de Bolivia.
El Mercosur, un bloque con innegables afinidades políticas entre sus miembros, discutió también la situación en Gaza, se declaró «horrorizado por la violencia» que deja más de 1.170 palestinos muertos y exigió a Israel un «cese al fuego y que se retomen los caminos para la paz y el respeto al pueblo palestino a existir», explicó Maduro.
Antes de la cumbre, el opositor venezolano Henrique Capriles, el líder político latinoamericano con más seguidores en twitter -4,57 millones-, usó esa red social para dirigirse a los presidentes del bloque, denunciando la delicada situación económica y los altos niveles de inseguridad en Venezuela.
«¿Qué dicen los líderes de Latinoamérica sobre la injusticia en Venezuela, donde 9 de cada 10 homicidios son impunes?», escribió en uno de los mensajes.
AR/DC/Panorama