Desde hace varias semanas están ocurriendo en Cuba, sobre todo en La Habana, registros de vivienda y decomisos de equipos con tecnología Wi-Fi. ETECSA, monopolio estatal de telecomunicaciones, llega a las casas, entra y confisca routers inalámbricos y sus respectivas antenas emisoras/receptoras de señal. Esto se debe a que desde hace varios años existen en La Habana y en otros municipios de la isla redes clandestinas que comunican virtualmente a una multitud de cubanos.
Pero… ¿Cómo funciona? ¿Tienen internet? ¿Cómo protegerse?
Rolando (nombre ficticio) es un vendedor de discos piratas de calle Neptuno y uno de los usuarios de esta red clandestina. Gracias a él tuve acceso a este fascinante mundo de la ¨tecnología underground¨, como se conoce en Cuba.
-Tengo esta conexión Wi-Fi hace 7 años. Comenzó como una red local por cable entre vecinos y luego se fue expandiendo a otras calles, barrios y hasta otros municipios-, cuenta Rolando.
ETECSA no ofrece ningún servicio de conectividad a la población cubana en sus domicilios. Sólo los extranjeros residentes pueden contratar internet y televisión por cable; pero esto no impidió que Rolando, junto con muchos otros jóvenes, montaran una red casi provincial.
-Esta red no tiene internet. Eso no es posible. Es como una intranet que llega de un extremo de La Habana al otro y la usamos para juegos en red, chat, y lo más importante: los FTP (File Transfer Protocol, por sus siglas en inglés), donde se comparten series, películas, documentales, programas, libros y cualquier archivo deseado-, dice el distribuidor.
La interconexión ha estado bien pensada. Los vecinos de un barrio se conectan a un servidor mediante cables que se pasan de una vivienda a la otra. Luego, este servidor se conecta mediante una antena Wi-Fi, muchas veces casera, con otro servidor de otro barrio donde igualmente los vecinos están conectados por cable. Así repetidamente, toda la ciudad está integrada a la misma red. Todo esto a espaldas de ETECSA.
-En el FTP aparece todo lo que te puedas imaginar y la velocidad de descarga llega a los 8 megabits/s, permitiendo que la información se propague rápidamente-, comenta Rolando.
En recientes semanas, ETECSA ha estado realizando decomisos de los repetidores inalámbricos en varias viviendas, ya que esta red clandestina es un medio donde se propaga la información sin la censura y el control del Gobierno. Estas acciones de ETECSA no están amparadas por la ley: a ETECSA no le compete realizar esta función y más aún cuando existe un vacío legal referente a “las redes inalámbricas sin fines de lucro“.
La constitución de Cuba establece la individualidad del domicilio en el artículo 56: “El domicilio es inviolable. Nadie puede penetrar en el domicilio ajeno contra la voluntad del morador, salvo en los casos previstos por la ley“. Sólo se puede entrar a un domicilio cuando la policía (y no ETECSA), cuente primeramente con el consentimiento del dueño de la vivienda, además de una resolución fundada del Instructor, aprobada por el Fiscal, donde deberá decir qué objetos están buscando y porqué los buscan. Es necesario que todos conozcan sus derechos.
-Siempre nos están sacudiendo y asustando, pero son tantas personas conectadas a la red, que la única forma de sabotearla sería con un apagón nacional.
Rolando me contaba que su sueño más grande es poder tener internet en la casa, para no solo conectarse con sus vecinos, sino también con su familia en el exterior.
DC/Cubanet