Hay movida de mata en la Delegación Zulia de la Policía Científica. Los vínculos entre funcionarios y mafias, y abuso de su autoridad para extorsionar a comerciantes y matar a diestra y siniestra, motivó, al parecer, jubilaciones anticipadas y traslados a otros estados. Se estima que Carlos Sifontes, nuevo jefe del cuerpo de investigaciones en la región, llegó a poner orden y hará rodar cabezas.
Que el Ejército aprehendiera a 10 uniformados de la Policía científica en un supuesto procedimiento en Cojoro, donde decomisaron 20 kilos de cocaína, y el presunto rapto de Grecia Colmenares (18), dejaron en evidencia la honestidad de la institución, como sucedió en 2012 con el asesinato de Karen Berendique, hija del cónsul honorario de Chile en Zulia.
Una fuente policial informó a La Verdad que a Jorge González, supervisor de la subdelegación Maracaibo; a Luis Sánchez, jefe de Investigaciones en Maracaibo, y a Edixon Gotera, jefe de la Brigada Antirrobo en Maracaibo, los jubilaron por estar involucrados; mientras que al comisario Orlando Herrera y al inspector Vidal Quiva los trasladaron, «por orden emitida de Caracas», a Guasdualito, Apure. Se desconocen las causas. Se investiga, a lo interno, una extorsión en dólares y la relación con miembros de la familia Leal, Meleán y el «Chamut».
Miguel Rodríguez Torres, ministro de Interior, Justicia y Paz, ordenó la jubilación de Heberto Alfonso Olano de la delegación, tras el escándalo del alijo de droga; y José Gregorio Sierralta, director nacional de la Policía científica, envió a Sifontes para depurar el organismo.
AR/DC/La Verdad